Las personas mayores suelen enfrentar desafíos importantes, como dificultades en la comunicación, la memoria, la movilidad o la realización de tareas cotidianas. Quienes conviven con ellos o cuidan de su bienestar entienden la importancia de adaptar el hogar a sus necesidades. Proteger su visión no es solo una precaución, sino una inversión esencial en su salud y en su bienestar emocional.
Según el Ministerio de Salud, uno de cada tres adultos mayores de 65 años sufre una caída, siendo el deterioro visual, los trastornos del equilibrio y la marcha, así como la inactividad física, algunas de las principales causas. La mayoría de estos incidentes ocurren en el hogar y, con frecuencia, resultan en fracturas, las cuales pueden tener graves consecuencias para la movilidad y calidad de vida del adulto mayor, requiriendo largos períodos de recuperación y, en muchos casos, intervenciones quirúrgicas.
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“El deterioro visual implica una reducción en la capacidad de ver con claridad, afectando uno o ambos ojos, y es especialmente preocupante en adultos mayores, quienes son más propensos a padecer afecciones oculares como cataratas, glaucoma, degeneración macular y retinopatía diabética”, afirma el Dr. Carlos Siverio Llosa, de Oftálmica Clínica de la Visión.
- Cataratas: Se caracterizan por la opacidad del cristalino, lo que provoca visión borrosa, dificultad para ver de noche y sensibilidad a la luz. Las cataratas pueden afectar la capacidad para leer, conducir y realizar tareas que requieren una visión clara.
- Glaucoma: El glaucoma implica un aumento de la presión intraocular, lo que puede dañar el nervio óptico. Esta afección es hereditaria y causa primero la pérdida de la visión periférica, lo que aumenta el riesgo de caídas y dificulta una movilidad segura.
- Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE): Esta afección afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada. Además de tener un componente hereditario, la DMAE puede causar la pérdida de la visión central, lo que dificulta la lectura, el reconocimiento de rostros y la realización de actividades que requieren ver detalles finos.
- Retinopatía Diabética: Esta es una complicación de la diabetes que daña los vasos sanguíneos de la retina. Puede causar visión borrosa, manchas en el campo visual y, en casos severos, ceguera. Afecta la capacidad para ver claramente y realizar tareas cotidianas.
Consejos claves en el hogar del adulto mayor
- Iluminación adecuada: Es esencial contar con una buena iluminación en el hogar para la seguridad. Considere la instalación de lámparas de lectura con luz ajustable y asegúrese de que los pasillos y las zonas de tránsito tengan buena visibilidad para prevenir accidentes. Además, el uso de bastones con iluminación LED, puede ser muy útil para evitar tropiezos, especialmente en áreas con poca luz.
- Uso de dispositivos de ayuda: Incorpore dispositivos de asistencia. Las lupas de mano o de escritorio pueden ser muy útiles para leer textos pequeños. Además, existen aplicaciones electrónicas que reproducen audio de lectura, aumentadores de texto con letra negra sobre fondo blanco, y relojes con números grandes y claros. Estos recursos pueden ayudar a los adultos mayores a realizar tareas diarias con mayor facilidad y autonomía.
- Visitas periódicas al oftalmólogo: Es fundamental que este grupo de personas realicen un chequeo visual al menos una vez al año a partir de los 50 años. Si hay antecedentes familiares de glaucoma, se recomienda comenzar las visitas regulares al oftalmólogo desde los 40 años. Estas consultas son cruciales para detectar y tratar problemas visuales de manera temprana, evitando su progresión y ayudando a mantener la salud ocular a largo plazo.
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