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Ciudadanos de afuera: Emprendedores venezolanos en el Cusco
Perú21 conoció la historia de tres migrantes venezolanos que han encontrado en Cusco un lugar para emprender formalmente. Ellos se muestran a favor de la expulsión de los ciudadanos que no regularizan su situación en nuestro país.
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En el Perú, hay migrantes que no solo ponen su empeño para regularizar su situación migratoria, sino que también buscan contribuir al país que los ha recibido con los brazos abiertos.
Cuando se habla de migrantes, generalizar nunca estará bien. Ejemplo de ello son Charly Gómez, Eneris Carreño y Jasmin Plaza, tres venezolanos que llegaron a territorio peruano para labrar un mejor futuro para ellos y sus familias.
“Queremos aportar”
Charly Gómez, de 40 años, llegó a Cusco en el 2018 tras recibir una invitación de trabajo de la Universidad de San Martín de Porres para ser el coordinador de la división de menores del club, ya que en Venezuela era preparador de los guardametas del equipo bi-campeón del futsal venezolano, Caracas Futsal Club.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia su situación se complicó. El club para el que trabajaba cerró y entonces decidió entrenar a los deportistas de forma personalizada. Luego y, por motivación de sus alumnos, logra formar el Centro de Alto Rendimiento Perú - Sur.
“Mi emprendimiento nace con la idea de aprovechar un espacio que no se encontraba en la ciudad. Crear ese entorno, ese medio y brindarle las herramientas a ese atleta que quiere llegar a la élite en cualquier disciplina deportiva. Este caso es el fútbol. Se prepara desde el aspecto físico hasta el técnico”, explica Charly.
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El deportista ha tenido la oportunidad de trabajar con deportistas que no están solo orientados al balompié, también ha capacitado a nadadores, voleibolistas, y karatecas.
“He trabajado con deportistas que ya pertenecen a la élite profesional y que se han preparado conmigo durante sus vacaciones”, agrega.
Parte del avance su empresa se dio gracias a que logró capacitarse en diversas áreas. Además, ha recibido apoyo económico para implementar mejor su empresa: “Es un programa que nos ayuda a conocernos a nosotros como emprendedores, a conocer a nuestros emprendimientos, nuestros proyectos, hasta qué punto realmente son viables y que nos falta por hacer. Es un apoyo multifacético. Nos brindaron herramientas para pulir nuestra ruta de trabajo”.
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Como todos, Charly tiene sueños, siendo uno de ellos, la ampliación de su negocio: “Quiero posicionar la marca, que la gente confíe en nosotros, establecer ese lazo de confianza entre los atletas, las familias, la comunidad cusqueña y nuestro trabajo. Queremos aportar muchísimo a la ciudad, a cada uno de los atletas que nos buscan. Queremos poner nuestro conocimiento al servicio de los atletas que nos buscan. Estamos convencidos que podemos muchas cosas bonitas por estos soñadores. Nosotros lo fuimos en un momento y logramos consolidar muchos de nuestros sueños”, expresa.
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“Aquí hay espacio para desarrollar iniciativas en educación”
Eneris Carreño, de 63 años, es otra venezolana que llegó a nuestro país en Navidad del 2018. Vino a Cusco para pasar esta fecha junto a su hijo y sus cuatro nietos. En esta visita decidió quedarse y abrir Az Academy, una iniciativa dirigida a los más pequeños. Su trabajo consiste en brindar reforzamiento escolar a niños de primaria y secundaria en Cusco.
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Sus más de 30 años de experiencia en el Ministerio de Educación en Venezuela, permiten que tenga una idea clara sobre este sector en nuestro país:
“En el Perú hay campo para educación. Se debería canalizar esa necesidad, ese interés, con mejores profesores, personas más preparadas en los colegios, por ejemplo. Y se necesita la creación de más universidades públicas. Hacen mucha falta en el país”, comenta.
La educadora se proyecta para el futuro y quiere “seguir ayudando a esa inmensa mayoría de estudiantes con problemas de aprendizaje. Quiero que consigan buenas calificaciones y logren sus objetivos, es lo que espero con mi emprendimiento”. Ella disfruta su presente rodeada de niños. A través de la educación que les brinda espera estar aportando al Perú.
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“Mi trabajo es apoyar a la comunidad cusqueña”
Yasmin Plaza llegó a Cusco en el 2019 dejando atrás sus labores como docente de secundaria y empezando una nueva vida aquí. La salida de su país natal se dio porque buscaba estabilidad y medicamentos para su hijo, quien sufre una enfermedad renal crónica.
“La ausencia de medicamentos en Venezuela: esa fue la razón por la cual decidí venirme a Perú”, nos cuenta Yasmin.
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Ya instalada aquí, crea Hogar Plaza Guardería, una idea que nace luego de que una amiga le pidiera cuidar a su hijita, es así que descubre su talento y habilidades con los niños. Poco a poco se iba haciendo más conocida en su comunidad y cada vez mayor número de padres le confiaban a sus pequeños.
Hoy, desde su departamento se encarga de hasta diez niños que van desde los cinco meses hasta los siete años.
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“World Vision me orientó en los temas de marketing digital, realización de proyectos para emprender y finanzas. Esto me ayudó mucho para mis metas a futuro y poder visualizarme como empresaria”, destaca.
Lo que más disfruta es poder ayudar a las familias cusqueñas y contribuir en la infancia de los pequeños: “De mi trabajo lo que más me gusta es la satisfacción de ver el progreso emocional e intelectual en cada niño que cuido. Ver que mi trabajo es de gran apoyo tanto a la comunidad cusqueña como a la emigrante”, anota.
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El pasado 28 de julio, durante un mensaje a la Nación, la presidenta Dina Boluarte, pidió facultades al Congreso para emitir normas que permitan, entre otras cosas, la expulsión de aquellos extranjeros que hayan delinquido y que sean detenidos en flagrancia. Además, informó que la amnistía de multas para aquellos foráneos que deseen regularizar su situación migratoria vence el 28 de octubre y que no habrá prórroga. Luego de esta fecha, se procedería a echar a los que se mantengan como ilegales.
Sobre ello, Charly tiene una postura clara: “De una u otra forma los diferentes gobiernos que han pasado desde que llegué al país han ofrecido la posibilidad de que todos los venezolanos, todos los emigrantes estemos de manera regular en el país. Ahorita hay una oportunidad de oro que todavía está en vigencia: la amnistía de las multas que era quizás la tranca para muchos de nosotros. Sin embargo, hay muchos compatriotas que no quieren asumir o acogerse a este tipo de mecanismos ”.
“Respetando cada una de las realidades, considero que las personas que no desean regularizarse es porque no quieren estar identificados, podrían tener otras intenciones. Nosotros debemos aprovechar los beneficios que nos han dado, no solamente el Perú, sino Latinoamérica entera, a una situación bastante complicada en Venezuela, por ejemplo”, añade.
Considera que sus paisanos tienen el deber de respetar las leyes establecidas sea el país en el que se encuentren: “Todas aquellas personas migrantes de distintas nacionalidades no pueden, no podemos, ir por el mundo pensando que los países que nos acogen son el patio de nuestras casas. Debemos regularizarnos, cumplir con las normas y apegarnos a cada ley migratoria. Cada país tiene sus normas y debemos respetar eso”.
Para Jasmín Plaza, se debe tener en cuenta que pueden existir diversas causas para que alguien no regularice su situación: “Encontrarse ilegalmente en cualquier país amerita expulsión. Sin embargo, se debería investigar los motivos que les impide legalizar su estadía en el país porque podrían ser motivos ajenos a su voluntad: podría ser por un motivo económico, de salud o que estén de paso mientras buscan otro destino”.
DATOS
Los tres emprendedores recibieron ayuda de World Vision, organización sin fines de lucro que los apoyo a través de su iniciativa ‘Abriendo Caminos’, que apuesta por la integración de los venezolanos que se mudaron al Perú debido a la interminable crisis económica y política que atraviesa su país.
“La idea es que puedan tener una fuente de ingresos que sea sostenible y que les permita mejorar su calidad de vida y la de sus familias porque algo que hemos visto como comunidad es que no tienen oportunidades para acceder a servicios básicos. Ellos, través de sus emprendimientos, o sus hijos en edad escolar, van a acceder a estudios, van a ser atendidos en centros de salud. Buscamos que los más pequeños vivan en ambientes seguros”, comenta Olga Araníbar, coordinadora de la citada ONG en Cusco.
“Uno de los aspectos claves es un proceso de las entrevistas personalizadas, con ellas buscamos que el participante se comprometa a estar en todas las fases del programa. Desde el principio hasta el final. Ellos tienen que pasar los cursos de capacitación en los que aprenderán sobre presupuestos y planes de negocios. Y también sobre marketing digital y finanzas para emprendedores. Finalmente llevan mentorías: un equipo los visita en sus domicilios o espacios de venta para asesorarlos y saber en qué deben invertir para favorecer a su emprendimiento”, detalla.
Para finales de 2023, se calcula que unos 1,6 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela residirán en Perú, lo que lo convierte en su segundo país de acogida. Más de un millón de ellos viven en Lima, la ciudad con mayor número de personas venezolanas viviendo fuera de su país, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V).
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