US$3,500 millones no le sobran a ningún país, y si la disponibilidad de un monto de esa dimensión está dentro de las probabilidades de una nación, lo que sus ciudadanos esperarían es que se invierta en necesidades básicas (Ver análisis) como educación, seguridad, alimentos y —quizá— una lucha frontal contra un enemigo que todos los años nos remece y nos desnuda como Estado, la anemia infantil.
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Precisamente, una de las preguntas de la última encuesta de Ipsos para América Televisión grafica el sentir de los ciudadanos. Para el 92% de los encuestados, hay otras prioridades en el país distintas a la compra de 24 aviones de guerra. Solo un 5% defiende el despilfarro.
Pero desde el Gobierno de Dina Boluarte han cerrado filas en defender la adquisición. ¿Será ese uno de los motivos por los que también los resultados de la encuesta de Ipsos son devastadores para la mandataria? Solo se sostiene con un 4% de aprobación.
Mientras esto pasa en Palacio, en el Ministerio de Defensa, a cargo de Walter Astudillo, ya se preparan para afrontar una posible interpelación en el Congreso por el desvarío de adquirir aviones de guerra para afrontar un futuro escenario bélico que en este momento solo se libra en los escritorios del ministro Astudillo, el premier Gustavo Adrianzén y el mandamás de la Fuerza Aérea, Carlos Chávez.
El interés de que esta multimillonaria compra no se caiga no está solo en el Ejecutivo, los distribuidores y representantes de quienes serían los beneficiados con US$3,500 millones también se han puesto las pilas y han comenzado una feroz campaña de comunicación acompañada con ataques de todo tipo.
Fortunata Palomino, presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima.
La prioridad es la seguridad del país, la seguridad alimentaria. Aquellas personas que están cerrando las pequeñas empresas, están cerrando sus puertas porque no cuentan con seguridad y por culpa de extorsiones, de chantajes, están cerrando, están yéndose a otro país.
En lo que deberíamos invertir creo que es en nuestros niños, en la educación, la salud que debería ser primordial. Me parece una vanidad.
Nosotros tenemos un presupuesto de S/1.69 por beneficiario y S/144 millones al año para las más de 350 mil familias que existen a nivel nacional.
Sé que la señora presidenta tiene que darse los baños de popularidad, pero yo no sé si es popularidad con estas compras y dejando de lado a la gente que clama justicia, que clama que la escuchen.
Lucio Castro, secretario general del SUTEP
Cada vez que el Gobierno debe respetar la ley y la Constitución en beneficio de los trabajadores o cumplir con sus obligaciones con sectores como Educación responde: no hay plata. Sin embargo, hoy pretenden gastar más de 14 mil millones de soles en la compra de armas que hoy es innecesaria. La exigencia ahora es dar prioridad a la educación, la salud, implementar políticas sociales y dar atención a los sectores postergados gobierno tras gobierno, sectores que hoy son víctimas de la inseguridad ciudadana.
Tan gigantesco gasto es un despilfarro y una irresponsabilidad por parte de un Gobierno que debería velar por la falta de trabajo, el alza de productos de primera necesidad, la reactivación económica y combatir la delincuencia y corrupción que afectan a millones de alumnos que son el pilar del futuro del país.
Pedro Riega, decano del CMP
Considero que en el Perú, al momento existen importantes brechas sociales y económicas, las mismas que de financiarse van a permitir el desarrollo de nuestra población y país.
En ese sentido, circunscribiéndonos solo al sector salud, el gasto público en el Perú representa el 3.5% del PBI (7% es el promedio de Latinoamérica). Es decir, el presupuesto asignado para contratar personal, dar mantenimiento a establecimientos de salud, reponer equipos biomédicos, comprar medicamentos, entre otros, es insuficiente en comparación con lo que destinan otros países de la región.
Según un documento oficial del Ministerio de Salud sobre infraestructura, se colige que más del 90% de los establecimientos requiere algún tipo de intervención en su infraestructura, ya sea inversión o mantenimiento, según el estado en que se encuentren. A la fecha, no se ha cuantificado a cuánto presupuesto asciende este diagnóstico. Pero si consideramos el hospital de alta complejidad de Piura, se dispone de información de que la inversión ascenderá a 650 millones de dólares por la modalidad de Gobierno a Gobierno. Entonces, podemos extrapolar que un hospital regional cuesta no menos de S/1,500 millones.
El gasto anual en personal de salud bajo contrato de locación en la función salud asciende a 1,799 millones de soles. Condición laboral que es inaceptable para un personal de salud siendo que, para contratar a este personal en una plaza orgánica se requeriría 680 millones.
Finalmente, si bien la seguridad y la defensa son importantes, hay otras actividades e inversiones que se deben efectuar y están en espera de financiamiento. En ese sentido, la adquisición de aviones de guerra en un país sin guerras y donde se puede interponer otras acciones de paz y diálogo, no resulta pertinente.
Martin Ojeda, Director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte
Es inaudito, nos parece totalmente fuera de lógica que se pretendan gastar US$3,500 millones en un país donde la guerra que tiene no es una guerra externa, es una guerra interna. Acá lo que se está viviendo es un Estado atacado por la corrupción, por la negligencia y la burocracia estatal, atacado por delincuentes que destrozan al entrar en el país con actos de extorsión y otro tipo de ilícitos, que destrozan cualquier intento de competencia legal en el ámbito comercial.
Ese dinero que debemos cuidar, para un presupuesto interno, para la PNP, para administrar educación para el Ministerio de Agricultura, para la ATU, para construir las pistas que nos faltan, para la negociación y desenvolvimiento del Tour de Chancay que no tenemos, lo vamos a gastar en aviones. Cosas muy raras y peligrosas de una mente que no conoce la realidad del Perú.
Susana Saldaña, presidenta del Consejo Directivo de la Asociación Empresarial Gamarra Perú
El Perú tiene necesidades más urgentes que gastar US$3,500 millones en aviones caza para una guerra que, salvo una catástrofe, no se avecina próximamente.
Por ejemplo, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, señaló que no hay cárceles para meter a los delincuentes. Bueno allí está el dinero con el que podrían hacer las cárceles, con el que van a comprar aviones para una guerra que no hay.
Y si se quiere reactivar directamente la economía, esos S/12 mil millones, son un poco menos del 30% del total de compras estatales que la ley dice que deberían enfocarse en las mypes productoras.
En vez de jugar con el dinero de todos los peruanos, el Gobierno de Dina Boluarte podría apuntalar, afianzar la reactivación económica del país y el derrotar el avance del crimen organizado y la criminalidad que nos azota.
Luis Gonzáles Posada, excanciller
Yo pienso, igual que todos los peruanos, que hay que poner a punto la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas. No solo se trata de la Fuerza Aérea, donde han pedido 3,500 millones de dólares para comprar aviones de guerra; sino también se trata, por ejemplo, del Ejército, donde todas sus unidades tienen más de 50 años igual que su artillería; y también la Marina, que tiene otras deficiencias. O sea, hay que encarar el tema en su conjunto y hacerlo con mucha ponderación en consulta con el Congreso de la República. Y eso no es lo que se ha hecho.
Yo vi un cuadro sobre esos 3,500 millones de dólares y vi también un pedido de un avión presidencial; ninguna de esas cosas son prioritarias. Sí son prioritarias, por ejemplo, la compra de helicópteros, de aviones de transporte y de aviones de transporte con bolsas para apagar incendios.
La urgencia, la prioridad en este momento, hoy, es la Policía Nacional, porque estamos afrontando una ola criminal sin precedentes y faltan comisarías, agentes policiales, el armamento que tienen es obsoleto, igual que sus vehículos. Centenares de patrulleros han sido dados de baja y se encuentran en un cementerio de carros. Esa es la urgencia, esa es la prioridad para el país. Es necesario para que la Policía garantice la seguridad ciudadana. Y la segunda prioridad es el tema de construcción de cárceles; no es posible que haya una sobrepoblación carcelaria como la que estamos padeciendo.
Si se trata del ámbito social, lo que tiene que hacer el Gobierno en el Parlamento es establecer prioridades nacionales. Por ejemplo, el 90% de los centros de salud tienen carencias enormes, faltan medicinas, equipos médicos, tecnología de punta, muchos colegios están en ruinas o con deficiencias. La prioridad es la humana, atender al poblador peruano que sufre esa deficiencia, la prioridad es brindar agua potable a la población, porque no es posible que millones de peruanos no la tengan.
Yo creo que quien dijo que hay amenazas externas dio una opinión completamente equivocada. No se puede justificar un gasto de esa naturaleza por amenazas. Con Ecuador tenemos cerrada la frontera por los acuerdos de Brasilia, no hay ningún punto que discutir. Con Chile también porque el último punto que tuvimos fue la delimitación marítima que finalmente lo solucionó un fallo de la Corte de La Haya.
Es un error del ministro decir que quienes no estamos de acuerdo con esa compra, porque no es urgente, somos traidores a la patria. Sí, es importante que se recuperen las unidades de las Fuerzas Armadas, pero de ahí a dar un salto en ese tema, hay una distancia muy grande.
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