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Alejandro Sánchez: Dueño de casa de Sarratea estuvo ‘muerto’ y ‘resucitó’ al tercer día
Alejandro Sánchez Sánchez, uno de los amigos favoritos del presidente, buscado por las autoridades por su implicancia en la red criminal que encabezaría Pedro Castillo, fue declarado “muerto” en los registros oficiales del Estado y, al tercer día, “resucitado”. Este irregular hecho puso en evidencia la vulnerabilidad de los procedimientos internos del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y el Ministerio de Salud (Minsa).
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Alejandro Sánchez Sánchez, uno de los amigos favoritos del presidente, buscado por las autoridades por su implicancia en la red criminal que encabezaría Pedro Castillo, fue declarado “muerto” en los registros oficiales del Estado y, al tercer día, “resucitado”. Este irregular hecho puso en evidencia la vulnerabilidad de los procedimientos internos del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y el Ministerio de Salud (Minsa).
La noche del jueves, las alarmas se encendieron debido a que el dueño de la casa de Sarratea aparecía en el sistema del Reniec como “fallecido”. Pero ello, en realidad, tuvo origen en la emisión de un certificado de defunción fraudulento en el que, supuestamente, el médico traumatólogo Víctor Vargas daba cuenta de la muerte por “suicidio” del financista de la campaña de Castillo.
Según el documento apócrifo, ello había ocurrido supuestamente el martes 11 de octubre en Chota (Cajamarca) a las 8:45 a.m.; es decir, dos horas después de iniciarse los allanamientos y detenciones dispuestos por la Fiscalía contra el ‘gabinete en la sombra’, que integraría Sánchez Sánchez.
“Personas inescrupulosas han entrado al sistema y con mis datos han emitido ese certificado”, dijo Vargas, quien tuvo que salir a los medios para aclarar que nunca certificó la muerte del prófugo de la justicia.
El sistema al que hizo referencia es el Sinadef (Sistema Informático Nacional de Defunciones), desde el cual médicos podían emitir este tipo de certificado. Para ello, previamente el Minsa enviaba al Reniec la relación de galenos a los que se le iba a crear su usuario y contraseña, que era simplemente su número de DNI. Según Vargas, nunca había hecho uso de este sistema.
Ahora bien, una vez generado el certificado en el Sinadef, estos eran enviados al Reniec para la respectiva emisión del acta de defunción y actualización en su sistema.
Sin embargo, debido al incremento de muertes por la pandemia del COVID-19, esta entidad emitió una resolución que autoriza la generación de las actas de defunción “de oficio”. “Dado que había muchos fallecimientos y, para contribuir a la inscripción de esas defunciones, se autorizó que –teniendo en cuenta que los médicos eran quienes emitían el certificado y, por tanto, nos envían un documento público que viaja hacia nuestra base de datos– se pudiese emitir actas de defunción de oficio”, explicó ayer la jefa del Reniec, Carmen Velarde.
El problema es que el supuesto certificado emitido por Vargas ni siquiera tenía su firma, sello o huella digital. Ello tampoco fue advertido por ninguno de los dos sistemas.
Lo ocurrido con el prófugo fue la gota que rebasó el vaso. Ayer, la jefa del Reniec dio a conocer la decisión de dejar sin efecto la emisión de estas actas de defunción “de oficio” en perjuicio de los ciudadanos.
“Le pido perdón a la ciudadanía porque generalmente son entre 12 mil y 15 mil personas que fallecen y que en ese dolor de perder a su ser querido no tenían que venir al Reniec. Pero, lamentablemente, la seguridad jurídica y los momentos difíciles que viene el país ameritan que hoy le demos esa prioridad”, agregó.
Explicó que, desde ahora, nuevamente se tendrá que acudir al registro de forma presencial para acreditar el fallecimiento de un familiar a fin de que se pueda verificar no solamente al médico que certificó la muerte, sino a la persona que lo está declarando. Esto en lo que ambas entidades evalúan e implementan el sistema de validación biométrico para los médicos.
Desde el Minsa, el ministro Jorge López solo manifestó que el sistema del Sinadef, si bien es usado por médicos, “está a cargo del Reniec” y que “es un sistema muy vulnerable”. Pero, en lo que ambas entidades se tiran la pelota, la Fiscalía y la Contraloría han iniciado una investigación para saber realmente qué sucedió.
TENGA EN CUENTA:
Ayer se conoció que la propia fiscal de la Nación, Patricia Benavides, también figuraba como fallecida en el Reniec. “Desde el Ministerio Público se rechaza el uso ilícito de los sistemas informáticos”, se aseveró. Según el Reniec, hasta ayer había 67 mil usuarios médicos autorizados para ingresar al Sinadef y generar certificados médicos. Minsa no tenía registro actualizado.
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