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Augusto Rey criticó presencia de Cipriani en la juramentación de Castañeda
El regidor de Lima dijo que el cardenal no debía estar presente en la ceremonia porque “ni ha sido electo ni representa alguna institución del Estado”.
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El regidor Augusto Rey reiteró, en un mensaje publicado en su cuenta en Facebook, que no saludó al presidente Ollanta Humala y al cardenal Juan Luis Cipriani, durante la ceremonia en la que Luis Castañeda Lossio juró como alcalde de Lima, por estar "confundido" por las pifias y abucheos que se desataron cuando apareció en el estrado del Teatro Municipal.
"Al terminar de juramentar, confundido por las pifias y un par de comentarios ácidos que crucé con Castañeda sobre el "trabajo por hacer", olvidé saludar a quienes se encontraban en la mesa principal. No lo hice de forma intencional, pues considero que si uno acepta participar en el juego democrático, uno debe aceptar también sus reglas. Es por esto que apenas me di cuenta de mi error, me disculpé por Twitter. Hoy lo reafirmo", escribió.
No obstante, el concejal de Diálogo Vecinal cuestionó la presencia de Juan Luis Cipriani en el grupo de autoridades que presenció la ceremonia.
"Hasta ahora no entiendo qué hacía Cipriani sentado en la mesa principal de la juramentación. Tanto Castañeda como Ollanta Humala son autoridades democráticamente electas que tienen la responsabilidad de representarnos a todos, pero Cipriani ni ha sido electo ni representa alguna institución del Estado. En un país en el que las políticas públicas se toman en muchos casos con intromisión de la Iglesia, la presencia del Cardenal en la mesa oficial no es gratuita ni inocua", indicó en su mensaje.
Augusto Rey, quien postuló como teniente alcalde en la lista de Susana Villarán, también defendió al regidor Hernán Núñez de las críticas por haber jurado al cargo con el puño izquierdo levantado.
"No quisiera dejar de hacer público mi apoyo absoluto a mi compañero de bancada, Nan Nuñez, por haber juramentado con el puño izquierdo en alto, conforme lo hace todo militante de izquierda. Así como un católico jura arrodillado ante una cruz y biblia, y un aprista lo hace con la mano izquierda levantada y abierta, la militancia de izquierda lo hace con el puño izquierdo en alto en todo el mundo. La crítica contra estas formas solo demuestra intolerancia y macartismo", afirmó.
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