PUBLICIDAD
Congresista Ed Málaga: “Eliminar a la JNJ sería precedente negativo”
Imagen
Fecha Actualización
Suspendieron la votación del JNJ para este miércoles 8 de noviembre.
Efectivamente, fue pospuesta casi una semana. Era previsible que eso iba a suceder en tanto no se consiguieran los votos. Y creo que es lamentable, porque esto alarga el debate y alarga la intención de que sí o sí, como sea, esta guerra tiene que cobrar esas víctimas. Eso no le hace bien al país.
Entiendo que reconoce la legalidad del proceso, pero su postura es que políticamente esto generaría una respuesta posterior y estaríamos entrampados de nuevo en una lucha de extremos.
Por ahí va absolutamente la cosa. Como bien dices, a mí me parece que hubo falta, hubo intromisión en la potestad del Congreso de decidir si sanciona o no sanciona a la ex fiscal Zoraida Ávalos. Y aquí tengo también que plantear una postura personal. Imagínate. Yo, promotor de la tercera moción de vacancia, para mí era indispensable que todas las fuerzas y autoridades del Estado hagan lo posible porque Castillo salga del poder y la señora Zoraidaa Ávalos no lo hizo. O sea, ella empezó la investigación, luego se retractó. Y cuando sabíamos que Castillo estaba escondiendo las pruebas y las evidencias no era momento para echarse atrás y decir ‘lo investigamos después’, porque estaba abusando de su poder para eso. Entonces, para mí esa sanción fue bien aplicada. Ese es mi criterio, esa es mi razón, mi postura. Y por eso creo que la Junta Nacional de Justicia hizo una intromisión que no debió haber cometido. Fue más de índole político. Ahora, si eso es una causa grave o no... Igual lo de los 75 años, igual lo del informe anual que se presentó, no se presentó... Yo lo considero más bien una falta administrativa. Lo que hay de fondo aquí, lamentablemente, es una guerra de antis. Antes era fujimorismo-anti fujimorismo. Luego, izquierda-derecha o lima-regiones. Ahora es caviar-anti caviar. Lamentablemente nuestro país no puede seguir así de dividido. Esto es una intención clarísima de derribar todo lo que dejó Vizcarra. Yo no soy partidario de Vizcarra. Me parece que por su culpa murió demasiada gente que no debió haber muerto en la pandemia. Además de todos los temas de corrupción. No estoy defendiendo a Vizcarra para nada, pero me parece que obsesionarse con eliminar todo rastro de Vizcarra de la política o de lo que ellos denominan caviares es una lucha ciega que le hace daño al país. Y además, eliminar o remover a los siete miembros de la JNJ de un plumazo sentaría un precedente negativo porque, quien quiera hacerlo en próximos gobiernos, que ojalá no sea un radical, un extremista o un Antauro, lo va a hacer basándose en este precedente. Hay que pensar antes de actuar. Esto no impide mostrar una postura de oposición y buscar una sanción para ellos. Pero no remover a toda la JNJ que además se va a cambiar en menos de un año. Me parece realmente innecesario.
Siguiendo la lógica del anti voto que menciona, quizás el Congreso necesita un enemigo tras Castillo y Zoraída Ávalos.
Es una distorsión del pensamiento o del análisis de la realidad que tengamos que sentir que somos de la U o de Alianza, de Lima o de fuera de Lima. Estos extremos nos hacen daño. Y resalta que uno de los grandes problemas del país es la unidad, que los peruanos aprendan a reconocerse como miembros de una misma nación con los mismos objetivos. Y está empezando a salir evidencia científica de que la pandemia ha generado un daño psicológico en la salud mental que incluye una mayor tasa de enfrentamientos y de conflictos sociales después de la pandemia. Entonces, no solamente ya éramos un país difícil con muchos conflictos sociales, sino que además esto se ve exacerbado por la crisis que hemos vivido del encierro y la salud mental. Y creo que esto se ve en el recrudecimiento de la violencia. Ahora ves gente con armas en restaurantes.Yo no sé qué pasaría por ejemplo en el Congreso si les dieran armas a los parlamentarios.
Batallas de pandillas y ciudadanos con armas que pierden el control en restaurantes y bares. La peor forma de responder a la inseguridad ciudadana.
Cuando vino la Presidenta y anunció un plan de seguridad ciudadana y luego vino el primer ministro a pedir la delegación de facultades para legislar en materia de seguridad ciudadana, terminé dándoles el voto a favor. Más por un compromiso porque hagan algo, pero la verdad es que yo me opuse al plan que habían presentado.Eso no era un plan. Quizás por mi formación científica lo que yo esperaba era un análisis de la situación, un diagnóstico. Que me digan ‘ok, el crimen en el país consiste en tales tipo de acciones, estas generan violencia contra tales grupos en tales porcentajes y estos son los cabecillas, esta es la manera en que mueven el dinero, estas son las fachadas, los negocios, los países a donde van las cuentas’. O sea, todo eso debe estar identificado. Y una vez que tienes el análisis de la situación, recién puedes decidir a dónde vas a invertir tus recursos, qué puntos tengo que tocar para que esa criminalidad deje de producir violencia. Pero lo que hemos visto son medidas inconexas. De pronto te hablan de los celulares, que van a construir dos penales, en fin, medidas que parecen no articularse entre ellas. Y ese es el problema: una estrategia tiene que tener una serie de medidas que van de la mano y que te expliquen y le expliquen al público los objetivos. Pero ni siquiera tenemos identificados a los enemigos públicos número 1, 2 y 3. ¿Contra quiénes estamos yendo, quiénes son estas mafias? Lo único que se ha sabido es el Tren de Aragua, porque está en toda Latinoamérica prácticamente. Pero no tenemos un plan inteligente o una estrategia bien tomada. Eso me parece grave porque denota incapacidad del sector. Creo que lo que hay que hacer ahí es fiscalizar, controlar políticamente, exigir. A mi despacho han llegado los representantes de los gremios empresariales de Mesa Redonda y Gamarra. Ellos están buscando también ayuda con congresistas. Le he hecho llegar el mensaje a la presidenta, porque ellos quieren ser recibidos y legítimamente están reclamando seguridad en las calles por el bien de sus familias y negocios. La presidenta dijo que sí los iba a recibir y espero que se dé. Para que así ella aprenda de ellos, como lo hice yo, y escuche sus sugerencias sobre qué es lo que se necesita.
¿Qué tan cercano es a la presidenta? Se dice que hay una cercanía.
No hay una cercanía. Hay una relación cordial, que creo que es lo que corresponde. La conocí cuando estaba de ministra en el Midis, a raíz del derrame de Repsol. Era importante atender a los damnificados y ella fue una de las que yo busqué para que ayude en ese sentido. Hubo una o dos reuniones, no más. Luego, en el tema de la vacancia, que creo que habría que recoger en un libro alguna vez, hubo que ganarse la confianza de todos los colegas. Había un sector de mis colegas que lo que querían era primero inhabilitar a la vicepresidenta y después vacar a Castillo. Yo les expliqué que, desde mi punto de vista, eso no iba a funcionar nunca porque una vez que inhabilitas a la vicepresidenta nadie va a querer vacar al presidente porque todo el mundo se tendría que ir y muchos acá no se quieren ir. Entonces eso no tenía sentido. Pero nadie tenía la certeza de qué iba a pasar si es que el señor Castillo se iba, en manos de quién iba a quedar el país. Y debo decir aquí que no había mucha intención de mis colegas y sus bancadas y sus jefes de hablar con la señora Dina Boluarte. Me pareció increíble que políticos sazonados no tengan esa capacidad de diálogo. Yo creo que fue para no generar suspicacias.Nadie quería verse como un conspirador. Imagínate, sonaba a pacto. Lo que no significa que los pactos no se hayan dado. Pero había que hablar con la señora para asegurarse. Yo asumí esa tarea. No tenía partido ni bancada, así que no podía hacer un pacto de nada. Y me reuní con ella. Mi pregunta fue ‘señora ministra, ¿estaría usted dispuesta a asumir el cargo y estaría usted a la altura? No nos defraude’. Y sus respuestas me dejaron satisfecho. Me recalcó su convicción democrática y su respeto por el Congreso. Me contó su carrera política. Me dijo que ella no era una persona de izquierda, que era más bien una persona pragmática que había llegado a Perú Libre porque no encontraba qué partido la cobijara. Me pareció que era una persona relativamente apolítica que había sido llevada a... Claro, me dirán que ella ha gritado consignas, que ha estado al lado de Cerrón. Pero yo creo que cada persona que asume el pasivo y el activo de un partido en una candidatura asume también parte de esa identidad. Me ha pasado a mí con el Partido Morado. Todos al entrar a un partido o a una candidatura de alguna manera asumimos, lamentablemente, a veces cosas que no queremos. Pero bueno, volviendo a la pregunta, ese fue mi segundo o tercer encuentro con ella. A partir de ahí me habré entrevistado con ella dos o tres veces en Palacio para transmitirle pedidos ciudadanos como recibir a los damnificados de Repsol, como ver el tema de la ciencia en Concytec que está siendo politizado, como recibir a los gremios de empresarios... También le he expresado mi preocupación por su rol en la COP, ahora que se habla tanto de los viajes.
¿Cuándos será esa cumbre?
A fines de noviembre es la cumbre del cambio climático en Dubai y quiero que el Perú haga un gran papel. Es mi misión porque soy vicepresidente de la Comisión de Cambio Climático. Así que le dije que cuente con el trabajo de esta comisión. Probablemente ella viaje, eso dependerá de la presidenta. Me han dicho que vamos a tener una reunión en los próximos días. Te puede o no gustar la presidenta, pero no puedes negar que le vaya bien al país. Eso no significa que soy aliado. Hay que acordar que la primera y creo que la única ministra que fue censurada del gobierno de la señora Boluarte ha sido la señora Rosa Gutiérrez del Ministerio de Salud, a iniciativa mía. Nadie me puede decir que yo no toco al gobierno de la señora Boluarte. Hay crítica cuando la tiene que haber. También voté a favor de la censura al ministro de Energía de Minas. Me parece un escándalo lo de Petro Perú, lo de la refinería de Talara, el estatismo involucrado. Acá hay una postura crítica muy clara como con Castillo. Pero también está el ánimo de que le vaya bien al país. No podemos destruir.
Ha planteado interpelar a la ministra de Educación por tener a 5 mil docentes inscritos en el Movadef.
Es un tema bien delicado. El derecho de los niños a una educación libre de adoctrinamiento es el bien superior.No podemos tener maestros que suscriben ideologías o que hacen apologías al terrorismo a cargo de la enseñanza de nuestros niños. Ahora, van a decir que estos señores tienen derecho al trabajo. Pero puedes inhabilitar a un docente por apología del terrorismo. Una salida es que estén fuera del ámbito de contacto con los niños. Hay trabajos administrativos y de otro tipo. Le estamos pidiendo información al Ministerio de Educación. Y nos han solicitado una reunión para explicarnos. Y si esto no se da puede ser motivo de interpelación a la ministra de Educación. Es nuestra responsabilidad que el terrorismo no gane ningún espacio.
No quiero quemar el libro que mencionas, pero tú sí sabes que había votos para vacar a Pedro Castillo.
Es realmente una historia fascinante lo que ha pasado. Ha habido muchas circunstancias realmente dignas de ser contadas. Nos hacían seguimiento, nos han amenazado. Y se está olvidando cómo llegamos a eso, cómo se venía cocinando el golpe. El Ejecutivo que pechaba al Congreso constantemente, los Consejos de Ministros descentralizados movilizaban fuerzas paralelas, fuerzas vandálicas y muchos recursos. Ya se veía que el señor Castillo tenía su golpe preparado para cerrar el Congreso y gobernar sabe Dios cómo. Y el otro punto es que hay mucha mezquindad para reconocer que esa vacancia no tenía los votos. No señores, sí teníamos los votos y lo voy a repetir mil veces hasta que me muera. Teníamos un conteo de 93 asegurados. Siempre se pueden echar para atrás, pero teníamos 93 asegurados y ellos lo sabían. Recuerda el audio que sacó de la Mesa Directiva a Lady Camones. Alguien muy cercano al señor Acuña dice ‘vamos a apoyar la moción de vacancia porque creo que se puede conseguir y, por último, si no se consigue no nos quemamos, se quema el caviar’. Los partidos tenían miedo de quemarse con una vacancia. Les importaba más sus elecciones regionales y municipales antes que sacar a Castillo del poder, aunque el país se estaba incendiando.
Se comparó con Dina Boluarte con respecto al Partido Morado. Pero los morados eran más de centro, son ellos los que se han corrido a la izquierda...
Hay muchos ejemplos de evolución y virajes. Desde Vargas Llosa hasta Nano Guerra. Yo no soy de izquierda y comunista mucho menos. No soy caviar. Haber vacado a Castillo no significa ser fujimorista, Me considero un libre pensador. Consideré al Partido Morado porque había gente interesante, tecnócratas, académicos, profesionales, gente de diversa ideología. Se vendían como de centro republicano. No había pasado aún lo de Guzmán con el incendio ni lo de Olivares con su porro. Cuando entró Pedro Castillo se fueron dando momentos claves. Y el Partido Morado fue tomando actitudes poco firmes, por no llamarlas de otra manera. Había resistencia. Yo pensaba que era el momento de tomar decisiones firmes. El presidente fundador no estaba presente en la escena. Y vi un viraje hacia la indecisión, hacia no querer tomar decisiones importantes para el país. Esto llegó a su clímax con el voto de la segunda vacancia. Susel y Flor Pablo tienen formación de izquierda. Muchos decían en las elecciones que había que aliarse con Verónika Mendoza. Me quedó claro que no puedo ser parte de un partido que no ha sido suficientemente firme con la izquierda que ha destrozado este país y que se ha destrozado a sí misma. Esa es mi posición. Como a cualquier partido le deseo suerte, pero yo creo que ese no es el camino.
¿Julio Guzmán le hizo ofrecimientos a Pedro Castillo?
Cuando estábamos decidiendo con qué bancada ir la propuesta de Julio Guzmán fue hablar con JP. Y bueno, lo que trascendió, aunque algunos lo van a negar, fue que el señor Guzmán y la gente del partido, sin conocimiento nuestro que somos la moneda de cambio, es decir quienes hacen los votos en el Congreso, habían negociado cosas como el premierato, la SBS, el ministerio Economía y Finanzas, un poco aleccionando a Castillo, no diciéndole ‘tú no sabes de Economía, nosotros tenemos el conocimiento’. Y bueno, eso es legal, pero yo pongo en duda si eso era lo más importante en ese momento, si ocupar posiciones en el gobierno o hacer algo por el país. A mí me ofrecieron el ministerio del Ambiente con Pedro Castillo. Y me negué. Era sacrificar mi capacidad de hacer control político. Había que hacer lo que había que hacer. Y lo volvería a hacer mil veces.
¿Carlos Añaños o Carlos Ezeta?
Bueno, Carlos Añaños no te va a meter un puñetazo. Me parece valioso que un ciudadano que no está en política se mande. Pero siento que hace tiempo se juega con esa candidatura. Si el señor Añaños quiere ser presidente del Perú debería decirlo claramente y mostrar su visión del país.
¿Qué partido está llamándolo?
Se acercaron varios grupos a buscarme cuando parecía inminente el adelanto de elecciones. Las propuestas eran para armar una plancha. Lo que yo siempre quise fue ser asesor presidencial en términos científicos. Mira lo que pasó en la pandemia. Eso de comprar las pruebas rápidas, por ejemplo.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD