La ciudadanía la tiene clara. Ocho de cada 10 peruanos están convencidos de que Juan José Santiváñez, actual ministro del Interior del gobierno de Dina Boluarte, está en el cargo única y exclusivamente con el fin de defenderla de los procesos que afronta y no para combatir al crimen organizado y la delincuencia común, que competen a su sector y que tanta zozobra causan en el país.
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Los indicadores de la encuesta de Ipsos que presenta hoy Perú21 son contundentes: el 82% considera que Santiváñez es el escudero de Boluarte en las investigaciones policiales y judiciales por el caso Rolex, por el que se presume que la mandataria habría incurrido en los delitos de enriquecimiento ilícito y cohecho pasivo impropio (soborno).
La firme respuesta del Ministerio Público y de la Diviac, división de la Policía Nacional que allanó a fines de marzo el domicilio particular de la mandataria y el mismísimo Palacio de Gobierno, habría sido el detonante para que, un mes y medio después, en la quincena de mayo, buscaran y encontraran un alfil servil a los intereses de turno y lo hicieran jurar como ministro del Interior. Ese era Juan José Santiváñez.
La cifra llega a 84% en Lima y 80% en el interior. En las regiones centro y sur se dispara incluso hasta 85%. En total, solo el 10%, es decir, tan solo uno de cada 10 peruanos, considera que fue designado en el puesto por ser especialista en temas de seguridad.
Según informó la División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) a inicios de este mes, hasta agosto de 2024 se produjeron 322 casos de asesinato por encargo, sicariato, en Lima. De igual forma, durante los tres primeros meses del año, Lima Metropolitana y Callao registraron un total de 544 denuncias por homicidio o tentativas de homicidio.
Así estamos.
CUESTIONADOS SE MANTIENEN
El sector Interior no es el único que no ofrece resultados o que viene siendo dirigido por un personaje polémico. Con amplio margen, la ciudadanía identificó a los cuatro titulares de carteras ministeriales que deberían ser removidos de sus puestos.
En primer lugar figura el propio Santiváñez. Un 82% dice que la presidenta Boluarte lo debería cambiar. En Lima la cifra alcanza el 85% y en el interior el 81%. ¿Por qué no lo hace? En conversación con Perú21, el exministro del Interior Rubén Vargas y el exviceministro del Interior Ricardo Valdés aseguran que, en vista de los últimos audios propalados por los medios de comunicación, que serán cotejados por el MP, se entiende que ello ocurre porque es servil a los intereses de la mandataria; de su hermano, Nicanor Boluarte; y del mismo Congreso de la República, que ha declinado su posibilidad de hacer control político y fiscalizar.
En segundo lugar, también con un mayoritario rechazo, aparece César Vásquez, el ministro de Salud y militante de Alianza para el Progreso (APP), el partido de César Acuña, quien, según la última encuesta de poder de Ipsos para Semana Económica, tiene un poder en el país muy similar al de la presidenta de la República. El 70% espera que sea retirado del puesto después de los cuestionamientos en torno a la adquisición de medicamentos genéricos y el examen del Serums, en el que no participaron importantes universidades del país.
Luego, el 68% pide que se cambie al ministro de Educación, Morgan Quero, y el 61% quiere que ocurra lo mismo con el titular de Agricultura, Ángel Manero. Ambos han protagonizado desafortunadas declaraciones, relacionadas, por un lado, con la agresión sexual a menores de comunidades nativas y, por el otro, minimizando la crisis alimentaria que se vive en varias zonas del Perú. Es decir, Boluarte mantuvo en sus cargos justo a los que la ciudadanía pide que cambie. El mundo al revés.
El trabajo de campo de la encuesta fue el 5 y 6 de septiembre, posterior al último cambio de ministros, el 3 de este mes. La ciudadanía se expresa. ¿Alguien oirá en Palacio de Gobierno?
ANÁLISIS
Por: Rubén Vargas, exministro del Interior
Los audios señalan que, para ser designado como ministro, Santiváñez recurrió a todo tipo de artimañas y al encargo de desactivar la Diviac. Si vemos los hechos, vamos a ver con absoluta claridad que su tarea es cuidar las espaldas de Dina Boluarte y de su entorno, y qué duda de que la está cumpliendo impecablemente, persiguiendo a los oficiales que investigaron casos de corrupción en el poder. La población se da cuenta. En este caso, la situación actual es mucho peor que la que teníamos con Pedro Castillo.
Cuando el Congreso renuncia al control político, ministros como Santiváñez se convierten en perfectos operadores. Él se ha convertido en parte del problema de la inseguridad ciudadana porque, según los audios, sus intereses no van por enfrentar al crimen organizado. Estamos frente a un gobierno a la deriva que nunca le interesó enfrentar al crimen.
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