Estas son las cortitas de hoy martes 27 de febrero de 2024

Ahora que se conoció que otro de los militantes de su partido actuaba al margen de la ley, César Acuña no ha tenido mejor excusa que echarle la culpa de su desgracia a su mala suerte. Hace tres meses, cuando se conoció que un exmando político de Sendero Luminoso estuvo afiliado a APP, el gobernador regional dijo que era difícil filtrar a sus miembros. Hoy, que resulta que uno de los presuntos extorsionadores de Paolo Guerrero, el jugador estrella de su club de fútbol, era también correligionario apepista, Acuña solo siente que el destino se ha ensañado con él. “Tengo mala suerte. No sabíamos que esta persona estaba metida en estas cosas”, dijo el dueño de la UCV, que al parecer ni enterado está de quiénes son sus correligionarios y le abre las puertas de su partido a perro, pericote y gato.

Ya con varias semanas en el cargo, el comandante general de la Policía, Víctor Zanabria, sigue sin cumplir su promesa de capturar al prófugo Vladimir Cerrón. No hay luces sobre dónde está escondido el prófugo sentenciado por corrupción, pero el general, sin embargo, está seguro que el dueño de Perú Libre “no duerme tranquilo”, pues siente los pasos de la Policía. Si Cerrón no duerme tranquilo tal vez sea porque sigue celebrando más fiestas hasta la madrugada, mientras la Policía sigue sin encontrarlo.

Para Zanabria, el sentenciado se siente acosado y cansado debido a las operaciones que desarrollan los agentes policiales, aunque aseguró que eso no se refleja en el video. “Ese video no refleja el cansancio y la expresión de acoso que tiene por cómo estamos operando”, analiza el general, que al igual que el ministro del Interior sigue señalando que Cerrón está cerca de ser atrapado. A lo mejor el dueño del lápiz ya está organizando otro rumbón para celebrar sus cinco meses en la clandestinidad.

El alcalde de Lima convocó ayer a una conferencia no para anunciar una gran obra para la capital, ni para presentar las diez mil motocicletas que prometió en su campaña electoral. Su encuentro con la prensa era solo para criticar a Susana Villarán, la investigada exalcaldesa que admitió aportes de Odebrecht y OAS, sorprendida muy oronda y fresca por un programa periodístico bañándose en una piscina de una vivienda de una playa del sur, como si nada hubiera pasado. ¿López Aliaga no tiene cosas más importantes que hacer por la ciudad ‘potencia mundial’?