Carlos Añaños viene convocando a nuevos aliados, socios y colaboradores que ya se han ido sumando a su vasto equipo. Uno de sus más estrechos consejeros es Federico Anchorena, quien vive en Madrid. El exgerente televisivo conoció al precandidato en España, pero también suelen coincidir en Lima. El broadcaster comparte su experiencia como exgerente de Panamericana y ATV, así como sus contactos en medios digitales y nuevas plataformas de contenidos.
El empresario también se ha jalado a dos figuras de peso político. El primero es Francisco Calisto Giampietri. El segundo es Raúl Castro.
Calisto es vicealmirante, excandidato al Callao y sobrino del recordado vicepresidente Luis Giampietri.
Castro Stagnaro es una figura histórica del PPC. Él renunció al partido en 2016, tras la derrota de la Alianza Popular, donde postuló infructuosamente con el número 2.
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PPC Y LAS ALIANZAS
Lo que pasó aquella vez con el PPC es un anuncio de lo que podría suceder nuevamente este 2026, ahora que se vuelve a hablar de alianzas. Y es que no parece haber consenso en el viejo partido de los abogados.
En julio pasado, en un feroz audio filtrado de Miguel Ángel Mufarech, el vicepresidente del partido se oponía a una nueva alianza del PPC. “Yo soy un pepecista nato de hace 58 años y me retiré por ese motivo cuando dije que no hagan alianza con Acción Popular, que el partido jamás iba a ganar la presidencia ni una alcaldía. Se lo dije al doctor con el cariño que le tenía de hijo político. 30% del plenario votó de acuerdo conmigo, en contra de la alianza, incluyendo a la secretaria de doctrina y al secretario general. Se perdieron todas las elecciones futuras. Y hoy se está repitiendo la historia. No debe ir de candidato Carlos Neuhaus”.
El audio de Mufarech es una respuesta al tour mediático que viene haciendo el tándem Neuhaus-Cillóniz, que ha promovido la posibilidad de una alianza con otras agrupaciones con miras a 2026. “El señor Carlos Neuhaus no comunica nada, no conversa con nadie, no informa a nadie, no sabemos con quién se reúne, no sabemos qué acuerda y con el único que va para arriba y para abajo es con el señor Cillóniz, que tiene solo un mes de afiliado al partido”, argumenta. “¿Quién ha designado negociadores a él y a Cillóniz? Añaños los ha choteado, Porky los ha choteado, Avanza se ha reído. Hablan con el PRIN. Cillóniz dijo que hay que hablar con los morados. Por Dios, qué vergüenza. No pues, no lo acepto. Y lo voy a pelear en un Congreso.”
Mufarech no solo critica una alianza. También se opone a una candidatura del propio Neuhaus. “Parece que se ha engolosinado y le gusta el pantallazo, la televisión, los grandes líderes y los empresarios con los que se reúne. De vicepresidente sí lo acepto. Pero presidente, él no va a conducir el partido, tiene infinidad de directorios pagados y de bien social. No tiene tiempo para conducir una campaña nacional. No tiene el perfil de candidato, tiene el perfil de director, de escritorio. No tiene carisma, no tiene empuje, no tiene sonrisa, no conecta. No pudo entrar al Congreso ni a la alcaldía. Nadie va a querer ir con este candidato. Van a enterrar al partido”.
Además, deslizó una teoría que es un secreto a voces: el acercamiento de Chiabra al PPC. “¿Saben por qué estoy trabajando la campaña para que el señor Chiabra venga al partido y sea candidato? Es porque me lo piden Lourdes Flores, Javier Bedoya y medio partido, hasta Neuhaus. Lo mantengo en la mano. Ese señor hace lo que yo le pida porque es un íntimo amigo mío, y porque lo he ayudado para que se inscriba, con conocimiento de Lourdes, para no perderlo. ‘Mantenlo en control, no lo sueltes, conquístalo, que no se vaya a ir con otro’. Y yo como un tonto, yendo a almorzar, llevándolo, conversando con él y su gente. Potencialmente es un gran candidato para enfrentar a Antauro. Neuhaus jamás podría enfrentar a Antauro, por favor. Es un papel frente a un tanque”.
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LA FÓRMULA AÑAÑOS
El caos interno del PPC no es un hecho aislado. Las decenas de partidos inscritos tendrán que asimilar las pugnas intestinas y conciliar las ambiciones de sus nuevos y viejos líderes. Sobre todo partidos con candidatos invitados, como Hernando de Soto y Carlos Álvarez. Y para ello no basta con ganar la interna, pues la candidatura es solo la punta del iceberg de una estructura partidaria que debe tener coherencia electoral y control de todos los recursos. Ya conocemos historias de sabotajes internos, guerras civiles y candidaturas que se caen aun antes de despegar. Y todo puede pasar en estos dos años.
Ante eso, el precandidato Añaños ha tomado sus precauciones. Es el único candidato que ha cambiado el estatuto del partido al que ha ingresado, según puede constatarse en el JNE. De esta forma, se asegura de que no se lo ‘almuerce’ el tigre de las frazadas.
Según la página del ROP del JNE, Perú Moderno realizó un cambio en sus estatutos el pasado 6 de junio: la creación de una nueva Comisión Política Nacional. Esta es integrada por 12 miembros. Cinco de ellos son nombrados por Wilson Aragón, presidente del partido. Otros cinco son nombrados por Julia Príncipe, quien representa a Añaños.
Entre las atribuciones de esta flamante Comisión Política están “definir permanentemente la línea política del partido, designar a los miembros del Tribunal Electoral Nacional, aprobar el reglamento electoral y designar a los miembros de la Comisión Nacional de Plan de Gobierno e intervenir los Comités Ejecutivos”, además de un largo etc. Sin embargo, los dos puntos claves son “decidir las alianzas electorales” y “designar directamente a candidatos invitados a cargos de elección popular”.
Finalmente, entre las disposiciones transitorias, se asegura que “no se podrán hacer modificaciones estatutarias hasta diciembre de 2026 si no se cuenta con la opinión favorable de la Comisión Política Nacional”.
Sellado, oleado y sacramentado.
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