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Lucas Ghersi: “Está mal hacerse el loco y decir que Antauro no es A.N.T.A.U.R.O.”
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¿Hay un veto o no en la PUCP?
Yo quiero aclarar esto, porque hay gente en las redes sociales que de repente comenta cosas que no son necesariamente ciertas. No ha habido ningún veto hacia mi persona. He sido convocado para dictar el curso de Derecho Constitucional por el jefe de Departamento de la Universidad Católica. He sido objeto de un proceso de evaluación que aprobé con 19 puntos sobre 20. Y como consecuencia de eso he sido programado y voy a dictar este curso en la universidad. Hay un grupo de alumnos que opinó en contra de mi contratación en las redes sociales. Y eso lo tomo democráticamente. No soy una persona picona. Eso es parte de los espacios democráticos. Lo que tenemos que hacer en una universidad es siempre poder tolerar la discrepancia con espíritu crítico. Estoy muy feliz de dictar en mi alma máter, una universidad a la cual le tengo cariño, que es la Universidad Católica. Siempre, además, reconociendo y respetando a los extraordinarios maestros que he tenido, algunos de posturas muy distintas a la mía.
La opinión de estos alumnos se puede trasladar a las aulas, para enriquecer los debates.
Claro, de eso se trata y para eso está la universidad. La Católica siempre ha sido una universidad con una presencia fuerte de la izquierda, pero eso no ha sido históricamente la única corriente. Siempre ha habido profesores con diferentes puntos de vista. La idea de una universidad es que pueda haber un debate alturado y democrático, tal y como corresponde.
¿Los cambios en el gabinete han sido buenos pero insuficientes?
Creo que ha sido un cambio positivo porque se han reclutado personas que tienen solvencia en sus temas para el gabinete. La presencia de Arista, la presencia de Mucho. Creo que el canciller también está haciendo un trabajo bueno. Entonces, hay que reconocerle al gobierno actual su búsqueda por convocar talento y trabajar profesionalmente los problemas que tiene el país. Quizás faltaba un poco más. No es suficiente para que el gobierno sea un éxito completo, pero por lo menos va en el buen camino.
Parece que van a darle un rescate a Petroperú.
Creo que es un despropósito que se haya intentado darle a Petroperú lotes para exploración o explotación. Petroperú no tiene la capacidad técnica para eso y a través del tiempo se ha visto que lo de la Refinería de Talara ha sido un despropósito también.
¿Por qué es tan difícil tener una empresa estatal eficiente?
Lo que ocurre es que las empresas son eficientes cuando hay un dueño que está permanentemente fiscalizando a los gerentes y a la administración. En una situación de libre mercado, la empresa que no es eficiente quiebra. Cuando hay una empresa pública, puede ser ineficiente y la empresa nunca va a quebrar. Además, no hay un dueño de la empresa, sino que el dueño somos todos los peruanos, pero los peruanos que tenemos que ganarnos el pan de cada día no vamos a estar fiscalizando a Petroperú. No puede haber, la verdad, empresas públicas eficientes. Son una quimera. Tendría que haber un gerente que tenga la generosidad de la Madre Teresa de Calcuta y, además, la eficiencia de un superempresario o un supergerente. Sería una circunstancia excepcional. Tendrías que tener una persona que sea muy eficiente y, además, muy altruista y honrada. Y eso es poco común.
Parece que tampoco es factible privatizarla en este momento.
Difícil encontrar postores. Entiendo que hay proyectos de ley en ese sentido. Vamos a ver cómo el Congreso los tramita. Con anterioridad hubo una norma que se llegó a aprobar; no recuerdo exactamente el año, puede haber sido 2009 o 2010, pero esta norma autorizó inclusive que Petroperú pudiera pasar a ser una empresa mixta con mayoría de capitales privados. Y es una norma vigente. El marco legal para que Petroperú capte capital privado existe. Esto se podría hacer, pero de repente por timidez política les tiembla la mano.
Alberto Fujimori reapareció. Y, al parecer, quiere hacer política.
El indulto genera los efectos de cosa juzgada. Eso significa que el indulto tiene el mismo efecto a que si Alberto Fujimori hubiera terminado de cumplir su sentencia. Entonces, él podría postular. Sin embargo, hay una ley que señala que aquella persona que fue condenada y no paga su reparación civil no puede postular hasta que lo haga. Yo entiendo que, en el caso de Alberto Fujimori, él no pagó todavía esta reparación civil. Sin perjuicio de todo eso y sin perjuicio de que Fujimori de repente puede plantear un juicio para discutir por qué le limitan sus derechos postular al tema del pago de la reparación, yo no creo que él esté pensando en una postulación. Tomemos en cuenta su edad y todo lo que ha vivido. No creo que esté pensando en eso.
Tal vez no postule pero hará campaña con un candidato. Una encuesta privada de Ipsos ubica a Antauro detrás de Keiko.
Definitivamente lo haría. Y estaría en todo su derecho. Sobre lo otro, falta demasiado para hacer ese tipo de especulaciones. Yo respeto el derecho y la aspiración legítima que tienen todos los peruanos a postular. Tenemos que ser conscientes de que el fujimorismo se ha ganado un espacio indiscutible en la política peruana. Es quizás el partido más institucional que tenemos. Hay cosas que no les van a gustar a todos, pero es un partido que funciona dentro de la lógica democrática peruana, que tiene un montón de gente muy camiseta y muy comprometida, muy eficaz. La gente de izquierda quería excluir al fujimorismo, pero eso no es viable, no es real.
Hablando de exclusiones, está el caso del partido A.N.T.A.U.R.O.
La ley electoral establece que los partidos con ideologías contrarias a la democracia no se pueden inscribir. La ley electoral faculta a la Defensoría del Pueblo o a la Fiscalía de la Nación a solicitar inclusive la disolución de un partido que tiene conducta antidemocrática. En este caso ocurrió algo indignante, un insulto a la inteligencia. Un abogado amigo mío llamado Alberto Balladares presentó una tacha contra la inscripción del partido A.N.T.A.U.R.O. diciendo que reivindica las ideas de Antauro Humala. Que hay que fusilar a las personas, tiene que haber un Perú que se basa en la etnia, la raza cobriza, este tema racialista que tiene Antauro… Y dijo que esto es contra la democracia y no se puede inscribir. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en vez de resolver el tema de fondo y decir si lo de Antauro va o no en contra de la democracia, respondió sibilinamente que este partido no tiene nada que ver con Antauro. Y el hecho de que las siglas del partido son A.N.T.A.U.R.O. no tiene nada que ver con él. Y eso no convence a nadie. No tiene sustento. Es un ataque a la lógica más elemental.
Ha dado una doble excusa, para exculparse. Dice que, además, estuvo de vacaciones.
Pero él es presidente del JNE. Habría que ver la resolución. Pero le correspondería suscribirla. En el tema de fondo hay un dilema, porque el partido de Antauro no es el único que tiene ideas cuestionables desde el punto de vista de la democracia. Perú Libre, en su ideario, también reivindicaba ideas dictatoriales.
¿Debió impedirse la candidatura de Perú Libre?
Quizás es algo que se pudo evaluar. Antes de la segunda vuelta, presentamos un escrito con Alberto Balladares. Estuvieron también José Luis Gil y Fernando Pickmann. Se presentó a la Defensoría del Pueblo, pero jamás nos contestaron ni nos notificaron nada. Tanto la Defensoría como la Fiscalía tienen la legitimidad activa para pedir la disolución de un partido por conducta antidemocrática. Así se llama la figura. Pero quiero ser bien claro en que es un tema complejo. Hay que ponderar. Porque entra de un lado el respeto por la democracia y del otro la libertad de las personas para constituir agrupaciones políticas. Los jueces deben evaluar el tema. Lo que está mal es hacerse el loco y decir que Antauro no es A.N.T.A.U.R.O. y que se llama Antauro pero no tiene nada que ver con A.N.T.A.U.R.O. Eso no tiene ni pies ni cabeza.
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) tiene facciones.
Si hablamos de personas y coyuntura, hay grises. No son demonios ni santos. Es natural que haya bandos en un órgano colegiado. No estoy de acuerdo con que los destituyan en bloque. Hay que evaluar la responsabilidad de la doctora Tello por el tema de la edad. La Ley Orgánica de la Junta Nacional de Justicia es bien clara. Y la Constitución también. Cuando se aprobó esa reforma, eso fue bien claro en el dictamen de la Comisión de Constitución. Por consiguiente, ella ya debió cesar. Sigue ahí y creo que es una falta bien grave. De repente hay faltas que son imputables al presidente. Por ejemplo, el comunicado a favor de Zoraida Ávalos que incurre en conflicto de intereses. De repente el tema de no presentar informes al Congreso, incumpliendo un deber legal. Pero ir en contra de todos ya es más complicado. Eso es a nivel personal. A nivel institucional, creo que el sistema de nombramiento y ratificación de jueces y fiscales no es bueno. En el Perú, los jueces son sometidos a evaluación casi de forma permanente. Ratificación cada siete años y hay otra evaluación cada dos o tres años. A los jueces les piden sentencias y les ponen nota a sus sentencias. Evalúan sus sentencias. ¿Un juez de la Corte Suprema de Estados Unidos aceptaría que le pongan notas a su sentencia? No. El juez es la autoridad. Se supone que es el que más sabe de derecho. Al juez en el Perú se le maltrata. No tienen estabilidad. Los investigan todo el tiempo. Los evaluando todo el tiempo. Los cambian. Son provisionales. No debe existir esta figura de la ratificación. Deben ser permanentes. Los nombras de por vida. ¿Quién es el único que los puede sacar? De repente el Congreso por acusación constitucional o la JNJ por falta grave.
¿Volver a un nombramiento por edades como antes del Consejo Nacional de Justicia de 1970?
Claro, el juez tiene que ser independiente. No lo digo solo yo, sino alguien de izquierda como Pedro Grandez. Juan Monroy Gálvez también. Y los mismos jueces y fiscales. La JNJ no se elige de la manera correcta. Se escoge en un concurso público en el que jueces y fiscales participan nombrando a los que luego nombran a jueces y fiscales. Abogados y universidades participan… No es muy transparente. Mira el concurso para nombrar a la JNJ. Sumamente complicado. Muchos escándalos. El señor Patrón Bedoya. Lo iban a nombrar y no lo nombraron. El señor Dumet Delfín. Lo iban a nombrar y no lo nombraron. El señor Falconí…
¿Hubo veto ideológico a Dumet?
Hubo un tema ideológico. Obtuvo el primer lugar en la evaluación de conocimientos pero en la entrevista psicológica lo jalaron. Criticaba en Twitter al Equipo Lava Jato. Bedoya estaba en su ceremonia de juramentación y a último minuto decidieron que no. Y Falconí ya ganó un amparo. Esto de los concursos siempre es muy cuestionable. Siempre genera litigación. Sería mejor que la JNJ se elija como se elije al presidente del directorio del BCR. El presidente propone y el Senado confirma. A un nivel más alto. Y así todo rápidamente se evidencia. Inclusive en el Congreso hay proyectos para que los jueces sean electos por voto popular. En Suiza, Japón y Estados Unidos el gobernador los propone, el Senado los confirma por cinco años y, si quieren seguir, el pueblo los tiene que ratificar por un referéndum. Los jueces tienen poder político. Si te dicen que son técnicos, es mentira. Los jueces aplican el derecho pero eso no es usar una calculadora.
¿La politización de la justicia es inevitable? ¿Siempre ha sido así?
Claro y no es malo. Está bien. La politización de la justicia es inevitable. Pero debe ser transparente y sana. Un juez toma decisiones discrecionales todo el tiempo. Tiene tanto o más poder que un congresista. Por eso, tiene que tener legitimidad democrática y ser elegido de forma muy transparente. Lamentablemente, hay una gran cantidad de jueces que son provisionales. Y poca transparencia. El TC le ha jalado las orejas al Ministerio Público. Y las prisiones preventivas más vendedoras y populistas fueron dejadas sin efecto por el TC. Me refiero a la de Keiko, dos veces, y la de Nadine Heredia y Ollanta Humala. Y podríamos agregar el caso de PPK. Lo grave es la aparente cercanía de fiscales con medios de comunicación. Y, además, la insubordinación. El Ministerio Público, según su ley orgánica, es una entidad jerárquica análoga casi a la Policía o al Ejército. El fiscal subordinado no puede entrar en motín frente a su superior. Hay que hacer reformas bien y no suspender al caballazo a los fiscales. Pasó con Benavides, que creo que fue una arbitrariedad. El TC podría reponerla. Pero no podemos suspender a todos a la prepo. Quizás buscar una comisión plural de gente externa. Se me viene a la mente lo que ocurrió en Guatemala o El Salvador, donde el Ministerio Público estaba muy enfrentado. Lo que terminó pasando es que organismos internacionales terminaron interviniendo el Ministerio Público. En Guatemala el que hacía las veces de fiscal de la Nación era un funcionario colombiano de Naciones Unidas. El riesgo que tenemos en el Perú es ese.
“Si vas en alianza, el sistema te castiga. Te sube la valla. Debería ser al revés”
¿Cómo ve la precandidatura de Carlos Añaños? Entiendo que vendrá en Semana Santa a Ayacucho.
Me he juntado varias veces con Carlos Añaños. Es una persona que tiene una inteligencia muy alta, una experiencia de vida extraordinaria, una energía muy grande. Y espero que finalmente se anime a postular. Puede dar mucho en este debate. Y hay otros potenciales candidatos más que también son interesantes. Yo he conversado con el general Chiabra. Pero en estos momentos estoy ocupado en temas profesionales, académicos y familiares. No tengo intención de participar directamente en política electoral.
¿Cómo ve el nuevo partido de Roberto Chiabra?
Él está constituyendo un partido con un montón de gente inteligente, con mucha experiencia. Y creo que está teniendo éxito en ese cometido. Lo que a mí me preocupa es la fragmentación. Tenemos una gran cantidad de partidos. Es posible que los dos que pasen a segunda vuelta sumen menos que lo que sumó Keiko con Castillo. Si revisamos elecciones anteriores, los dos que pasaban a segunda vuelta sumaban casi 40%, 50% o hasta 60%. Pero Keiko y Castillo sumaron menos de 30%. La fragmentación está terrible y eso es nefasto para la democracia. Eso significa que la mayoría de peruanos está insatisfecha con los dos que pasan. Y también significa que el Congreso terminará siendo ultrafragmentado, donde una bancada chiquita de cuatro o cinco parlamentarios tiene un gran poder porque define la mayoría. Eso es dañino. Tiene que haber una reforma para incentivar las alianzas. Si vas en alianza con otros grupos, la valla electoral debe ser más baja, no debe ser más alta. Hoy en día, si vas en una alianza, el sistema te castiga. Te sube la valla. Por eso nadie quiere ir en alianzas. Te sube de 5% a 6%. Debería ser al revés: que comience en 6%, 7% u 8%. Y si formas alianzas, va bajando. Lo otro es prohibir el transfuguismo. Hace unos años el Tribunal Constitucional declaró que la ley antitránsfuga era anticonstitucional. La gran mayoría de parlamentarios no entra por voto preferencial, sino por arrastre. Así que en realidad nadie votó por ellos. Están ahí porque su partido los puso. Una regla podría ser que solo los que tienen un porcentaje fuerte de voto preferencial... Si te separas de tu bancada, te quedas como independiente. Creo que el TC la declaró inconstitucional porque en 2018 el Congreso quería destituir a sus miembros, y ellos querían que se fragmente el fujimorismo. Fue un error histórico.
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