Pedro Castillo quiebra reglas de transparencia al sostener reuniones secretas

La casa de cinco pisos es del empresario, paisano y amigo del mandatario, Alejandro Segundo Sánchez Sánchez. Según el informe, Fray Vásquez, sobrino del presidente, es el que se encarga de custodiar las visitas secretas que culminan en altas horas de la noche. Es decir, sería una suerte de operador de estas citas nocturnas.

El viernes 5 de noviembre, se captó el ingreso de una camioneta de Riflo PA, empresa de Juan Ricardo Flores Chipoco, empresario y excandidato a varios cargos políticos. Ese mismo día apareció otra camioneta, pero de la empresa Mazavig, que tiene como gerente general a Marco Villaverde, quien es objeto de investigaciones fiscales, una por lavado de activos en curso.

Este personaje no es un extraño en el entorno de Castillo, pues registra cuatro visitas a Palacio: dos en agosto y otras dos en octubre. Todas las reuniones fueron con el exsecretario Bruno Pacheco, quien trabajó para Villaverde en la compañía Vigarza por siete años.

Lo más sorprendente fue que la misma camioneta regresó dos días después, pero esta vez conducida por el mismo sobrino de Castillo. Esto volvió a ocurrir el 15 y el 21 de noviembre. ¿Qué relación tiene el presidente con Villaverde?

El 19 de noviembre, la empresaria Karelim López también llegó a Sarratea. La mujer, quien en 2016 aportó 18 mil soles para la campaña de FP, registra seis reuniones en Palacio este año: tres con Castillo y otras tres con Pacheco. Otras visitas fueron las de Jaqueline Perales, gerenta general de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales, los congresistas Alex Paredes y Lucinda Vásquez, e incluso el ministro de Defensa, Juan Carrasco. ¿Por qué el presidente recibe a funcionarios y a empresarios en un local privado y no en Palacio de Gobierno? ¿Qué quiere esconder?

Un detalle que llama la atención, según el reportaje, es que el 21 de noviembre un hombre se estacionó afuera de la vivienda de Breña y le entregó dinero al conductor del vehículo que suele manejar el sobrino de Castillo. El primero llegó en un carro que, según la placa, le pertenece al empresario loretano Moore Brunner.

En conversación con Perú21, los congresistas José Cueto (RP) y Gladys Echaíz (Avanza País) coincidieron en que el presidente debe actuar con la transparencia que requiere el cargo para el que fue elegido, pues recordaron que en agosto la Contraloría ya había advertido la gravedad de hacer estas reuniones en Sarratea. “Si continúa con esas prácticas, estaría actuando al margen de la ley. Eso es grave. Todavía no se ha percatado que ya no es un ciudadano cualquiera, ahora es el presidente”, dijo Cueto.

“Llama mucho la atención la actitud del presidente. No sé por qué le gusta vivir fuera de las reglas. No puede tener una oficina paralela a la oficial”, sentenció Echaíz.

Erick Iriarte, especialista en derecho digital, indicó en Cuarto Poder que Castillo está transgrediendo tres normas: la ley de transparencia, la ley de gestión de intereses y la norma de declaración de conflicto de intereses.

-Cueto señaló que Fiscalía debería actuar ante estas irregularidades, mientras que Echaíz indicó que estas deben ser materia de análisis del Congreso y la Contraloría.

-Para Iván Lanegra, secretario general de Transparencia, estas reuniones “más allá de implicar una falta administrativa, pueden ameritar que la Fiscalía o la Contraloría investiguen”.

-“Hay una omisión clara a lo dicho por Contraloría. Estamos viendo una transparencia de momentos”, dijo Erick Iriarte.