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[PERFILES21] Hania Pérez de Cuéllar: “He pensado incluso en renunciar”
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Su apellido no pasa inadvertido y, de hecho, rechina junto a la mala práctica de la política actual. La mayor de las nietas de quien fue embajador, canciller, primer ministro y secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, rechaza la corrupción en cualquiera de sus formas y asegura que no dudaría en alejarse del Gobierno si ve algo turbio que sea irrefutable. Defiende la presunción de inocencia y admite errores en el día a día, pero prioriza las razones de Estado preguntándose ¿a quién vamos a tener en 2026 si no logramos encaminar los problemas sociales y económicos? Hania Pérez de Cuéllar, sostiene su presencia en el gobierno de Boluarte, con los alcances logrados en su sector durante año y medio de gestión.
Hija única por parte de madre y la mayor de tres, por parte de padre, confiesa que su niñez no fue fácil como algunos podrían inferir. Aunque viajaba con su abuelo a las Naciones Unidas, donde vivía una situación privilegiada, la realidad en Lima, en un pequeño departamento sin refrigeradora, en Miraflores, tenía más que ver con conseguir provisiones, a punta de colas, para reclamar leches Enci y pan popular. Cuenta que lo que más la marcó de pequeña fueron los viajes que su mamá hacía con grupos de turismo a distintos destinos del país: “Esos días, yo me iba a dormir a Villa El Salvador con Isabel, la señora que ayudaba en la casa. Allí no había agua, tocaba ir a recogerla en baldes y, por supuesto, yo también los cargaba como todos en la familia. Eso, por un lado, me fue generando carácter y, por el otro, sensibilidad. Lo mismo ocurría en el Franco Peruano, donde estudiaba con los hijos de los embajadores y también con los de los trabajadores y auxiliares del mismo colegio”. Es una característica muy mía, dice hoy: “Puedo estar en los dos mundos y en ambos sentirme bien”.
Sin embargo, la imagen en Piura donde es trasladada dentro de un jacuzzi para no tocar el agua, diría de usted lo contrario ¿fue un error?
Considero que no fue un error. De hecho no me arrepiento de haberme subido a la tina, porque la dirigente que estaba allí me explicó que eso era lo que tenían que hacer para ir de un lado al otro, para llevar a sus hijos al colegio o ir a la bodega, quería que yo viviera esa experiencia. A veces, el conectarte con la gente hace que te desconectes de la política. Y eso es lo más triste. Probablemente fue un error mediáticamente, pero la complicidad que se generó con ese grupo, con el que sigo en comunicación, fue más importante.
Hubo revuelo también cuando confesó que alguna vez había comprado un Rolex bamba, sobre todo habiendo sido presidenta de Indecopi.
Lejos de alentar la piratería, cuando yo declaré eso, comentaba que como ser humano sin tener idea hace 15 años que me iba a meter en política, me compré un fake, pero ya. Aunque parezca un poco extraño, cuando yo hablo no me dirijo a los políticos sino a la gente y, paradójicamente, esto me ha valido para escuchar a las personas decirme que soy auténtica, que soy transparente y que soy una ministra humilde. Quizá eso sucede porque me subí a la tina y quienes estaban allí vieron que no era un tema de pose. En todo caso mi intención no es liderar el ministerio para que me quieran todos. Estoy convencida de que tengo que hacer lo correcto y a algunos les gustará y a otros no. Como se dice coloquialmente, para hacer tortillas hay que romper huevos.
¿Conocía a Dina Boluarte cuando fue convocada como ministra?
No conocía a Dina y lo evalué. Primero porque era una continuidad constitucional; segundo, por los amigos que me recomendaron a los que pregunté cuál era el corte, si se trataba del mismo que Pedro Castillo o no —si hubiera sido el mismo, créeme que no hubiera aceptado—; y tercero, cuando fui a la primera entrevista. Allí me dijo: “Me han dicho que eres una mujer incorruptible y es lo que necesito en el ministerio de Vivienda y Construcción porque tú sabes qué es lo que ha pasado allí”. Luego mencionó algo que me hizo recordar a la niña que fui cargando los baldes: “Lo que yo quiero que trabajes es que le lleves agua a quien no tiene, es decir cerrar la brecha de agua y saneamiento”. Eso, resonó en mí y pensé, desde la mujer creyente que soy, que a lo mejor me tocó vivir eso hace 30 años para hoy estar aquí y conectarme con ese clamor. En fin, me pareció una persona amable que decía la verdad mirando a los ojos.
Y, ¿dónde queda eso cuando miente diciendo que el Rolex era un regalo de antaño y luego se sabe que se lo dio Oscorima?
Mira, es una pregunta que yo me he hecho y he pensado incluso en renunciar. No solo allí, sino cuando surgieron las marchas violentas también, y la versión que ella ha contado, de que era un préstamo, es con la que yo me quedo.
Pero, son varias versiones. El reloj de antaño fue una mentira.
Bueno, fue lo que le dijo a la prensa…. Pero yo me quedo con lo que ella me ha dicho mirándome a la cara. Lo que sí tengo claro es que si yo alguna vez veo algo turbio que es irrefutable, me voy a ir. Lo he hecho antes y no dudaría en hacerlo, no solo por mi apellido sino porque tengo que honrarme como mujer y como madre.
Pero, mintió al Perú y la pregunta es, si usted es una persona de valores, ¿por qué no reacciona ante eso?
Mira, yo creo que todos en algún momento probablemente nos vemos, no sé si acorralados, o no sabemos qué contestar y no es una situación fácil. En todo caso mi permanencia en el gabinete se debe a tres cosas: Uno, a la presunción de inocencia; dos, al tema de mi compromiso con la gente porque estamos haciendo cambios realmente profundos; y tres, porque creo que hay razones de Estado, es decir que por más que haya errores en el día a día de la gestión, hay una razón superior y es que si este gobierno no hace bien las cosas, ¿qué nos espera en el siguiente? Si no logramos encaminar los problemas sociales y económicos, ¿a quién vamos a tener en 2026?
¿Ha tenido presión familiar o social por ser parte de este gobierno?
Mucha presión de familia y amigos que me decían qué estás haciendo en ese gobierno asesino. Y he dejado de hablar con un montón de amigos porque consideran que estoy en el gobierno incorrecto, pero mi esencia me dice que estoy haciendo las cosas bien y lo veo en mi sector porque hemos cerrado la brecha de saneamiento en 1% en un año y medio, cosa que no se hacía hace años y hemos reactivado el doble de proyectos de lo que se reactivó en los últimos 10 años.
¿Diría que es usted la cuota de decencia de este gobierno?
No me corresponde calificarlo así, pero yo creo que hay muchos ministros que estamos trabajando de manera decente.
¿Cree que hay riesgo de manchar el apellido Pérez de Cuéllar al trabajar con este gobierno?
Mis detractores dicen que sí, que cómo una Pérez de Cuéllar puede estar trabajando en este gobierno y prestarse a todo lo que se presta. Me dicen de corrupta para arriba, de asesina hacia arriba. Pero otros me dicen que mi abuelo estaría muy orgulloso de verme trabajar como lo hago y eso no se podría mostrar si no tuviese la oportunidad que este gobierno me ha dado.
¿Cómo describe a Dina Boluarte?
Creo que es una mujer sumamente sensible, que es auténtica, justiciera en el sentido de querer hacer justicia social. No sé hasta qué punto es una mujer de izquierda, como la solían calificar, porque cree en la inversión privada.
Pero, entró con Cerrón al gobierno…
Si, pero yo creo que fue por un tema de justicia social y no la justifico, solo digo lo que percibo de la Dina que yo he conocido., no he conocido a la anterior y esa es una mujer chambera, exigente, estricta y genuina con la intención de dejar un buen legado.
¿Por qué cree que no capturan a Cerrón?
No lo sé, eso tendrá que determinarlo la Policía, pero no creo que sea ella la que esté detrás.
¿No cree que tengan ya ninguna relación?
No tengo la menor idea porque no he conversado con ella sobre ese tema. Obviamente espero que no y la verdad que no creo que ella esté impidiendo su captura.
DATOS DEL PERSONAJE
Fue becada para estudiar en Francia Ciencias Políticas. Durante esos años fue cajera, mesera, lavaplatos, profesora de español, babysitter y vendedora en Zara.
Siempre quiso volver al Perú a ver temas de responsabilidad social. Comenzó en la ONG SASE hasta que se acercó a la política pública junto a la pareja Humala. Fue asesora de los ministros Daniel Córdova y Raúl Pérez Reyes, miembro del directorio de Indecopi y luego presidenta de esa institución.
Tiene dos hijos adolescentes y asegura “yo no tendría cara para hablarles siendo cómplice de una cochinada. Honro mi apellido, pero sobre todo a mí como mujer y como madre”.
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