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[Perfiles21] Héctor Acuña: “(A César Acuña) no lo asesoran bien”
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“El buenazo, el más gracioso de los 12 hermanos”. Así responde el sexto de los Acuña Peralta cuando le pregunto cómo lo llamaban en casa durante su infancia. Sin embargo, el ahora excongresista de APP, flamante integrante de la bancada Cambio Democrático y posible candidato a la presidencia de la Mesa Directiva junto al bloque oficialista, se despidió entre lágrimas esta semana de la Comisión de Presupuesto: “Fue duro dejar un grupo (de trabajo) sólido, compacto y con mucha producción. Creo que fue un gran error porque por poco y se cae el proyecto de créditos suplementarios que tenía que ver con vacunas, fertilizantes, reactivación económica y el bono alimentario”. Le pregunto si tal vez estaba sensible por la pelea con su hermano César y la separación del partido, y responde que sí, que posiblemente lloró porque todo eso lo estaba afectando.
Nada menos que 12
“Ese número ha sido tradicional en las familias de la sierra y sin embargo a través del tiempo, con otra educación y otros criterios, ha ido disminuyendo. Yo tengo dos hijos y siempre tuve la idea de que debíamos reducirnos”, explica Héctor tras una semana de lo más convulsionada en su vida parlamentaria. Recuerda que eran tantos en casa, que su madre compraba una buena cantidad de tela y mandaba a hacer ropa para todos del mismo color y la misma calidad. Que en 28 de julio les compraban zapatos nuevos para el desfile y que esa tarde nadie podía caminar por las ampollas. “Eran duros y nos hacían yaya”, cuenta con nostalgia y divertido, mientras describe su casa en Tacabamba adonde no llegaba la luz –por lo que estudiaban muchas veces en la Plaza de Armas–, pero donde siempre compartían mesas grandes con rica comida. “Mi papá tenía su chacra y ganado. Sembraba papa, maíz, frijoles y también servía gallinas, cuyes o chanchitos que criaba. Nosotros colaboramos con esas labores los sábados porque estudiábamos en la mañana y en la tarde, pero como César era el más bajito, mi madre prefería que se quedara en casa arreglando, cuidando y limpiando”, comenta.
Educación divino tesoro
Su mamá era cariñosa y preocupada por los hijos, su papá trabajador y muy exigente. “Qué nos íbamos a demorar en hacer lo que pedía. Tenía que ser YA siempre”, dice recordando que la prioridad era que sus hijos salgan adelante. “Mi papá nos contaba que tenía amigos que lo orientaban para que invierta en nuestra educación y para que busque sacarnos del distrito hacia Cajamarca o Trujillo donde había universidades”. Así, hace un recuento del nombre y las profesiones de cada uno de sus hermanos: “Ocho hombres y cuatro mujeres, todos al final han logrado estudiar”, dice a la vez que comenta que, al terminar el colegio, viajó en camión hacia la ciudad de Trujillo, donde ya vivía César, para prepararse en una academia. Luego volvió a Cajamarca, donde se graduó como Ingeniero Civil. “Cuando mis papás veían el cambio que habían logrado en nuestras vidas tenían sentimientos encontrados. Mi mamá lloraba muchas veces de felicidad al ver que teníamos carro, casa, vestimenta distinta. Se sentían felices”, asegura.
De la Construcción al mundo APP
Tras terminar sus estudios en Cajamarca, Héctor trabajó como gerente de obras para su hermano Virgilio en la empresa Acuña y Peralta. Fueron años de mucho trabajo con el gobierno regional por la reconstrucción del norte tras el fenómeno de El Niño de 1983. Intentó ser regidor y años más tarde parlamentario andino, pero la política le era esquiva hasta que postuló al Congreso por La Libertad, en 2021. Lo que nunca imaginó era que su opinión, aun siendo hermano del presidente de APP, no iba a ser escuchada. “Mira, si en un partido político no hay democracia, no toma en cuenta tu criterio, tu experiencia o conocimientos, no sé. Yo en la vida he aprendido que la dignidad tiene su precio”, comenta y añade “hace un año que estoy aparentemente adentro del partido, pero nunca se llamaba a los congresistas para discutir temas internos”. Hoy Héctor Acuña tiene “la esperanza de crear una nueva bancada, con personas tolerantes y dialogantes” y mientras tanto se ha unido a Cambio Democrático, “son también personas buenas y profesionales”, concluye.
Chispazos
¿Le tomó mucho tiempo tomar la decisión de alejarse de APP y de su hermano?: “Cuando yo postulé no me dijeron “te vas a sujetar a lo que digo yo y punto”. Uno postula ilusionado para apoyar a la población, para desarrollarse y opinar libremente”.¿En APP, entonces, su hermano decide solo?: “Yo creo que él se deja influenciar por los asesores, francamente, allí está el error que tiene asesores con sueldo y no lo dejan… no lo asesoran bien. No dejan que otra gente se acerque porque van a decirle lo contrario y lo complican”.¿No pudo acercarse a él?: “Él tiene un círculo en el que confía mucho y es parte de cada uno. Pocos pueden penetrar. Lo cuidan mucho”.¿Quiénes son?: “Averigüe quién es su entorno. Lo único que le puedo decir es que cuando yo le decía que un candidato u otro no era buena decisión, no escuchaba. Pero un mal candidato en una ciudad, por ejemplo, nos hace daño a toda la población”.¿Habla con su hermano César?: “Por ahora no”.¿Cuánto durará esa distancia?: “Que pasen las elecciones y conversaremos, espero. Yo no soy rencoroso”.¿Seguirá aconsejándolo?: “No, ya no. Creo que no he podido hacer mucho”.¿Ha cambiado su hermano por la política y la plata como cancha?: “Esa pregunta ni se pregunta. No sé. Prefiero abstenerme, francamente”.
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