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[Perfiles21] María del Carmen Alva: “Ni barnechévere, ni merinista… soy alvista, punto”
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Aunque duda, termina por confesar que sus amigas del colegio le dicen “monja o monjis” hasta el día de hoy. Con ellas, quiso hacerle competencia, nada menos que, a Las Pandora, pero con el nombre de ‘Las Alondras’. Eran tiempos en que la presidenta del actual congreso –acciopopulista desde que aprendió a respirar– cantaba y tocaba la guitarra a la vez que era fundadora de la tuna de su colegio y participaba, como niña prodigio, en Hola Yola. Hoy, casi incontenible en sus opiniones, se cuida al hablar de una posible vacancia a Pedro Castillo, aunque reconoce que, en la calle, la gente se lo dice “a gritos y todo el tiempo”.
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Desde la cuna
Dos temas hacen que se le entrecorte la voz a Maricarmen Alva durante este Perfil21. El primero, al contar que una de sus mejores amigas del colegio falleció en la época de la universidad: “creo que a partir de eso dejamos las guitarras”, dice sin querer dar mayor detalle. El segundo, al recordar que cuando tenía 7 años acompañó a su madre a buscar a su papá, a ver a qué cárcel se lo habían llevado: “A mi padre lo toma preso político Velasco… yo veía en esa época cómo le dejábamos comida en los termos “Aladín”, unos que se desarmaban, y allí dentro le poníamos mensajitos claves”. El resto de la conversación transcurre entre risas, con esquina y tono criollo, hasta que habla de Acción Popular. De pronto se le agrava la voz, se pone seria y hasta más erguida: “Mi partido es el Club de Toby… pero me están viendo como la lideresa mujer de AP y estoy contenta porque lo que te cuesta más es lo que más valoras”, sostiene luego de recordar que desde muy pequeña pintó en un muro de su casa la frase “Velasco da asco, muera Velasco, mueran los militares… Viva Belaunde”.
Infancia y política
Como hermana mayor, de tres, Maricarmen Alva cuenta que era la más obediente: “A mí me dijeron que no había que tomar ni fumar y nunca lo he hecho”. También era la mejor en conducta y la primera de la clase, pero “eso viene de familia, por Alva y por Prieto”. Si bien la música fue importante, la política marco su vida entera. Militó en AP formalmente desde los 18 años y cuando se casó y tuvo a sus 3 hijos, solo dejó de ejercer por 4 años para dedicarse completamente a ellos. “He sido vocal del tribunal de disciplina, miembro del CEN, del Comité Ejecutivo de Lima, miembro del plan de gobierno de Valentín Paniagua en el 2006, teniente alcaldesa. He hecho mil cosas y nadie me apoyó. Es la tercera vez que postulo y para mí ha sido muy difícil llegar a donde estoy”.
¿Qué le dijo a Guido Bellido cuando se abrazaron después de la censura?
Cuando me senté en mi escaño, Guido me dijo: presidenta, ¡tranquila ah! Y luego veo que votó en ámbar, así que le dije: “Gracias”. Sin embargo, al pararme, Aragón dijo “¡abrazo!”, y, como yo estaba a la izquierda, levanté esa mano y le dije: “¡Guido, levanta tú también la mano! Así como yo saludo, saluda tú, como Belaunde”. Claro que no lo logré, pero nos reímos. Es la tercera vez que postulo y para mí ha sido muy difícil llegar a donde estoy”.
Ese abrazo hizo que Guillermo Bermejo y dos congresistas más de Perú Libre renuncien.
No sé si el tema es con él o conmigo. Todo el país está pidiendo diálogo y consenso. Es un tema político abanderado por Bermejo y Juntos por el Perú, con motivo de fastidiar a la presidencia.
¿Realmente querrán que deje de presidir el Congreso?
Me queda claro que hay un objetivo de debilitarme, desprestigiarme.
¿Será porque la vacancia es una opción?
Bueno, la vacancia está en la Constitución, así como las censuras y las interpelaciones.
¿Pensó en ‘bajar al llano’ para votar la vacancia, precisamente?
No, yo no debo votar. Solo si hay un empate y hubiera sido una decisión política muy difícil.
Si hubiera sido el caso, ¿cuál habría sido su voto?
No me he puesto en el supuesto. Es un tema extremo, por comprobada incapacidad moral, y por la posición en la que estoy y por los antecedentes, definitivamente hay que sopesarlo mucho.
Porque una vacancia puede recaer en usted.
No pienso en eso. Pero medio país lo piensa. Esta moción de censura, sin querer, me ha fortalecido. Lo dicen, me lo gritan en la calle, pero hay que tener cabeza fría y yo estoy inmersa en ser presidenta del Congreso y ser lo mejor posible. Creo que el objetivo se ha cumplido en estos cinco meses, pero es el principio y faltan muchas cosas.
Hay más de tres mil trabajadores en el Congreso. ¿Se justifica eso?
Hay gente que está en su casa por la vulnerabilidad y para volver a trabajar se necesita que la gente vaya. Cada despacho tiene 7 personas. Hemos reactivado las comisiones que siempre hemos tenido, pero algunas faltan. No estamos gastando más.
Qué tal la experiencia de dirigir un congreso… ¿Cómo lo describiría?
Nuevo e inexperto, tal vez. Yo tengo 10 años en el Congreso, porque he sido asesora de mi bancada, así que me conozco a los anteriores, es diferente un Congreso con la experiencia de Mulder, Lescano o Vitocho a uno nuevo. Con gente que no había pisado el Parlamento. De todos modos, este Congreso me parece más tranquilo que los anteriores, salvo algunas excepciones que ya sabemos quiénes son. Mis amiguitos que me quieren tanto.
¿Sigrid Bazán y Guillermo Bermejo?
Si, por ejemplo.
¿Qué tan cerca siente el comunismo?
Lo que preocupa es el nombramiento de profesionales, asesores, técnicos, viceministros y personas que tienen otras ideologías. Discursos como el de la Asamblea Constituyente… o que Evo Morales venga a cada rato y no voten por declararlo ‘persona no grata’. Hay que desligarnos completamente de Venezuela y de temas como la inscripción de la Fenatep, que se hizo el primer día de gestión de Maraví.
¿Con la experiencia que tiene, cómo ve la política actual?
Creo que los que nos están gobernando no saben nada de política. El presidente Castillo es sabido que nunca pensó que iba a llegar a la presidencia. Se sabe que no tenía un equipo para llegar, así que debió convocar a todas las fuerzas políticas de manera que hubiera sido un gobierno de todas las sangres en un momento tan difícil.
¿Podría estar, estos meses, poniéndose la izquierda de acuerdo?
No. Yo cada vez la veo más dividida y fragmentada. Creo que después de Alfonso Barrantes, a la izquierda se le recuerda con añoranza.
¿Y se añora a la antigua Acción Popular? La actual también está fragmentada.
No. No nos podemos comparar a la izquierda que hasta se salen del partido por ver el diálogo. En AP hemos tenido varios líderes, pero somos uno en el sentido en que es Fernando Belaunde quien nos guía y el que tenga otro discurso no es bienvenido.
¿No es una Federación Independiente, como dijo Andrés Townsend?
No, eso lo dijo Townsend, nada más. AP es un partido de 65 años de historia, el único antiguo sobreviviente, dos gobiernos elegidos democráticamente, uno de transición, siempre con representación en el Parlamento y lo más importante es lo que representa.
Y sobre las facciones en AP, ¿Barnechea, Lescano, Diez Canseco?
Allí hay un error. Lescano no maneja la bancada, él es un excandidato a la presidencia, ahora es un asesor de un congresista que se ha ido de la bancada. Por lo tanto, es un trabajador del Congreso. Es de AP, pero no maneja nada, manejará su casa, su esposa, su carro, pero a nosotros no. Nadie se reúne con él.
¿Qué responde a quienes le dicen que es allegada a Merino?
Yo me diferencio de los demás correligionarios, y creo que es una ventaja, por ser hija de quien soy, sobrina de quien soy y que me conoce todo el mundo, porque siempre he estado en el partido. He trabajado como asesora de la bancada de 2011 a 2016 y mis jefes eran 5 congresistas: Lescano, Mesías Guevara, Manuel Merino, Vitocho y Chacho Inga (papá). Yo estuve cuatro años con ellos. Nunca he sido ni barnechévere, ni vitochita, ni merinista, ni mesiista, ni lescanista. Yo tengo mi propia personalidad y mi herencia. Yo soy alvista, punto.
¿Y sobre el nombramiento de Percy Tenorio Gamonal, investigado por las marchas donde murieron Inti y Brian?
Como no han podido censurarme, al día siguiente, las redes que estuvieron detrás de la censura salieron con el jefe de seguridad externa que entró cuando no había ninguna investigación. Yo lo conozco de muchos años, sé del trabajo profesional de este señor, que es una persona correcta, querida y hace bien su trabajo. Tiene mi confianza. Y no es que (su nombramiento) tenga mi firma. Se propone a varias personas y al final la Policía de Estado decide. Creo que tenemos que esperar las investigaciones.
¿Diría que Maricarmen Alva está en su mejor momento?
Sí, ¡claro! Esta es la tercera vez que postulo y lo mejor que le puedo dejar a mis hijos es la perseverancia. Aunque me recomendaron no presentarme, yo decidí medirlo en las internas y esto fue gracias a la paridad y la alternancia, sino yo no hubiera sido la número 2 sino la numero 6.
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