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¿Se necesita otra reforma agraria?
“Necesitamos una segunda reforma agraria”, planteó la precandidata presidencial Verónika Mendoza en una entrevista con RPP. “Hay que reformar el Estado para que pueda impulsar políticas de apoyo a este sector estratégico con programas de riego, compras públicas, asistencia técnica, crédito barato con una banca de fomento que hoy no tenemos para apoyar a este sector estratégico del país”, detalló.
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“Necesitamos una segunda reforma agraria”, planteó la precandidata presidencial Verónika Mendoza en una entrevista con RPP. “Hay que reformar el Estado para que pueda impulsar políticas de apoyo a este sector estratégico con programas de riego, compras públicas, asistencia técnica, crédito barato con una banca de fomento que hoy no tenemos para apoyar a este sector estratégico del país”, detalló.
La reforma agraria fue una política pública impuesta por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado en 1969. ¿Se necesita repetir ese proceso?
Según el economista Carlos Adrianzén, la reforma de Velasco “incrementó la pobreza rural del Perú a niveles nunca antes vistos, alrededor del 70% de la población”.
“Hubo una extrema corrupción en la administración de la reforma. Hubo fondos en todo el Perú que –como no había derechos de propiedad– lo manejaron hasta los burócratas del Ministerio de Agricultura”, indicó Adrianzén.
Para el especialista, la propuesta de Mendoza “implicaría en una década una explosión de la pobreza en el Perú, especialmente en la zona rural”.
Sobre la posibilidad de la creación de una banca de fomento para el sector agrario, Adrianzén sostuvo que este tipo de entidades no han funcionado. “El crédito real que otorgaba el banco agrario de fin de época de Alan García era un décimo del nivel de crédito agrario que existe hoy día vía la banca comercial”, comentó.
REFORMAS EN CURSO
Para el ingeniero y exministro de Agricultura Carlos Amat y León, actualmente ya hay muchas reformas agrarias que están en curso. “Están las nuevas empresas modelo de agroexportación, la pequeña agricultura comercial que está siendo competitiva en los mercados y que abastece de alimentos a las ciudades del país, la nueva ganadería con mayor productividad en leche y carne en las zonas altoandinas; también están las organizaciones comunitarias como el Parque Nacional de la Papa en Pisac, que son pequeños agricultores con alta tecnología genética donde están conservando 1,474 variedades de papas nativas”, explicó.
Amat y León considera que el sector agrario tiene una “nueva cultura empresarial de emprendimientos sobre la base de la buena gerencia y adopción de tecnologías de punta”.
El ingeniero recordó que participó de la reforma agraria de Velasco y consideró que “ya no hay haciendas, ni hay pongos ni relaciones de trabajo medievales, por lo que no podríamos hablar de una reforma como la del militar”.
Según su criterio, el sector necesita aplicar tecnología genética de semillas, tecnología de riego, control biológico de plagas para asegurar productos con alto valor nutricional sin contaminar el medio ambiente.
Además, señaló que resulta clave identificar las necesidades de acuerdo a cada tipo de agricultura y región. “Una cosa es el manejo laboral del café o el cacao; otra cosa son las irrigaciones en la costa; otra cosa es la pequeña agricultura de los valles de la sierra. Son diferentes sistemas productivos que implican distintas relaciones laborales. Lo que hay que garantizar es contratos que se cumplan y sean equitativos entre la empresa y el trabajador”, indicó.
BANCA DE FOMENTO
De acuerdo al economista Felipe Morris, el planteamiento de Verónika Mendoza sobre implementar un programa nacional de riego, de compras públicas y asistencia técnica “no tiene nada de novedoso ni de criticable”. No obstante, la idea de una banca de fomento le parece preocupante “porque la experiencia en el Perú con créditos directos del sector de la banca pública ha sido un desastre”.
“La banca de fomento pública, por lo general, funciona mal y eso lo hemos vivido en nuestro país. Se tuvieron que cerrar todos los bancos de fomento en el año 92, en el primer gobierno de Fujimori, porque todos estaban quebrados. Se usan con fines políticos, se manejan mal, acaban siendo agencias de empleo para los amigos de quienes manejan las entidades, no son buenos otorgando créditos y al final el dinero no llega a los pequeños agricultores, sino que va a medianos y grandes que aprovechan los subsidios y créditos baratos”, sostuvo Morris.
En opinión del especialista, Mendoza habló de una segunda reforma agraria “para llamar la atención porque, cuando se refiere a la reforma de Velasco, que realmente fue un desastre para el sector agrícola porque empobreció a un montón de gente y se generaron una serie de cooperativas que quebraron, se redujo la productividad agrícola del país. Una reforma de ese tipo sería nefasta”, concluyó Morris.
El calendario político y propuestas como estas avanzan en medio de incertidumbre y protestas por la toma de poder de Manuel Merino de Lama.
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