Es verdad que el prófugo Vladimir Cerrón Rojas recibe ayuda, de por lo menos tres congresistas, para mantenerse en la clandestinidad. Es verdad que el dueño de Perú Libre estuvo en una playa al sur de Lima, en Asia, disfrutando del sol durante el verano que se fue. Es verdad que tiene el apoyo de integrantes allegados a la embajada de Cuba en Lima quienes le proporcionan redes tecnológicas y equipos de comunicación. Y, claro que es verdad que, cuando este caiga, se conocerá quiénes conforman la red de protección gubernamental que mantiene al prófugo más famoso del país 333 días lejos del alcance de las autoridades judiciales.
Ayer, el mismo comandante general de la Policía, Víctor Zanabria, ha confirmado que “por sistemas de informática, de ubicación o de geolocalización, no se va a poder ubicar a esa persona (Cerrón). Requerimos la fuente humana”. Incluso, uno de los audios de la vergüenza, de los cuales el aún ministro del Interior, Juan José Santiváñez, se ha encargado de deslindar protagonismo, hace referencia a la protección de “los grandazos” hacia Cerrón.
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Para la Policía hay dos problemas fundamentales en la búsqueda del fugitivo. El primero tiene que ver con el obsoleto ‘Protocolo de acceso a los datos de localización o geolocalización de teléfonos móviles o dispositivos electrónicos”.
El gobierno tiene un acuerdo desde 2015 con las compañías telefónicas para acceder a la localización y la geolocalización de los equipos móviles de los ciudadanos. Esto, después de acreditar la realización de un hecho delictivo en donde esté involucrado dicho teléfono. Sin embargo, han pasado casi diez años desde entonces, la tecnología ha avanzado y los operadores siguen entregando a la Policía la ubicación de la antena a la que se conectó el teléfono en cuestión. “Una antena te bota un radio de 500 metros (cuatro manzanas aproximadamente), no es preciso. La geolocalización lo que debe entregar es la ubicación del aparato en tierra, pero las compañías telefónicas no lo dan”, dijo una fuente de alto nivel involucrada directamente en la búsqueda del prófugo Vladimir Cerrón.
Ahora, todos los equipos tienen GPS, pero esta información —que le haría muy bien a la Policía para ubicar a prófugos o desactivar bandas criminales— no es compartida por los operadores telefónicos. “En otros países te dan la ubicación de los equipos con un radio de 50 metros, pero acá en el Perú, no es así”, dice la fuente.
El otro problema fundamental, por el que la buena Policía no puede capturar a Cerrón, es toda la protección que recibe de parte de personajes del Gobierno, el Legislativo y malos elementos que visten el uniforme policial.
No en vano, un carro asignado al despacho presidencial (cofre) apareció entre enero y febrero de este año en las inmediaciones del condominio de playa Mikonos, en donde Cerrón disfrutó del mar las primeras semanas del 2024 después de haber estado en la ciudad de Chincha.
FUENTE HUMANA
Una de las últimas informaciones que han conseguido los policías honestos sobre la situación del prófugo tiene que ver con su situación judicial. Según información proporcionada por ‘fuente humana’, es decir, personajes allegados al círculo protector del prófugo, Cerrón está esperando un amparo judicial para salir de la clandestinidad.
“Hay prófugos que tienen dinero para sobrevivir un tiempo en la clandestinidad, Cerrón lo que tiene es protección. Y esta protección es mucho más fuerte que el dinero”, indican las fuentes de la Policía en referencia al aumento de la recompensa ofrecida por el Ministerio del Interior para la captura del dueño del lápiz.
Este diario tiene información que agentes policiales comprometidos, en serio, con la captura del líder, han logrado penetrar los círculos de protección de Vladimir Cerrón. Incluso, en un operativo realizado en Huancayo hace unas semanas, se usó ‘fuente humana’ para dar con el escondite del perulibrista. Además, se viene negociando con personas del núcleo duro del partido beneficios de colaboración eficaz para, de una vez por todas, apresar al sentenciado por corrupción, exgobernador regional de Junín.
TENGA EN CUENTA
- El lunes comenzó a circular en el Congreso una moción de interpelación al ministro del Interior, Juan José Santiváñez.
- El pliego interpelatorio tiene 29 preguntas sobre la estrategia contra la inseguridad ciudadana y los audios de la vergüenza grabados en un chifa de San Borja en donde participaría Santiváñez con su amigo, un capitán de la Diviac, Junior Izquierdo.
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