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Evelyn Cáceres, terapeuta: “Cuando entra Nutela, ya no es una terapia, es un juego”
Especialista realiza terapias para los niños con fisura de labio palatina, y lo hace junto a Nutela, su mascota. Perú21 entrevistó a Evelyn Cáceres, terapeuta de lenguaje.
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Nutela tiene 5 años. No ladra. Se dice de ella que es dócil. En diciembre tuvo cinco cachorros, dos ya no viven con ella y tres aún están buscando un hogar. Nutela, por lo pronto, asiste en las terapias de lenguaje de niños con fisura de labio palatina, pero se sigue formando para ser un perro de terapia.
Evelyn tiene 37 años. Es terapeuta de lenguaje. Trabaja en la Clínica Delgado y también cuenta con un consultorio propio. Además, es voluntaria de Misión Caritas Felices, organización sin fines de lucro que opera en conjunto con Smile Train. Todos enfocados en ayudar a los niños con fisura de labio palatina. “Mal llamado labio leporino”, me dice Evelyn Cáceres, que llama a Nutela su coterapeuta.
Ella es Nutela. Es lo primero que me dice Evelyn luego de saludarnos. La carga y la pone frente a la cámara de la videollamada. Nutela mira vigilante y con las orejas levantadas, quizás atenta a la primera pregunta.
-¿Cómo descubres que tu mascota podía ayudarte en las terapias?
Empecé a tener interés en este mundo del perro de terapia porque vi que algo pasaba con mi hijo que hoy tiene 8 años. Él tenía 4 años y tuvo unos trastornos sensoriales, y con Nutela se vio un cambio de regulación emocional increíble; me gustó el cambio que encontré en mi hijo. Y cuando yo atendía pacientes, todos los niños eran: “Nutela, Nutela, vamos a jugar”, pero como algo externo, mientras el paciente esperaba. Yo sabía que existían los perros de terapia o de asistencia, pero generalmente se usaban para las terapias física, ocupacional, emocional, en el autismo, pero nunca imaginé que se podía utilizar para la terapia de lenguaje. Entonces, los niños con fisura de labio palatina, cuando llegan a mí, ya están como traumados porque han pasado cirugía de tres meses, cirugía al año, que les duele, que todo el mundo les revisa la boca; cuando llegan conmigo a los dos años, hasta los tengo que atender con ropa de calle porque si me ven con ropa técnica, se ponen a llorar. Lamentablemente, todavía muchos padres se enteran del diagnóstico cuando el niño nace.
-¿Se puede decir que es una herida permanente?
Es algo que no se formó. Es una malformación. Influye en su hablar y en su alimentación, porque a muchos niños los sacan de los hospitales con sonda. Al niño no le duele, porque es algo que no se cerró, pero es el estigma de la sociedad, muchas veces los papás no quieren enseñarlo, le temen al ‘qué les van a decir’. En la sierra dicen que esto pasó porque vio un rayo y también en algunos pueblos, cuando un niño tiene una malformación, simplemente los abandonan.
-¿Hay pacientes que se han curado?
Existen casos de éxito; por ejemplo, artistas de Hollywood que han tenido esta fisura y están perfectos. Pero el tema es que estos casos se puedan tratar a tiempo; si no lo hacen, ya quedan casos de personas gangosas, como se suele decir, que se da porque hubo una mala intervención. Es un tratamiento largo con diferentes etapas. Tenemos pacientes que los escuchas y parece que no han tenido nada y hasta manejan cicatrices donde ya no se ve la fisura. Por eso es muy importante que tengan la terapia, el seguimiento.
-¿Cómo trasladas la experiencia personal a tus pacientes? Porque un padre podría decir ‘cómo voy a juntar a mi hijo con un perro’.
Lo primero que hice fue buscar metodologías. En Smile Train siempre nos capacitan. Entonces, en una institución que se llama Bocalán, hice mi curso de terapia asistida por animales. Nutela pasó un examen para ver si era apta. Le tomaron varias pruebas y una de las más importantes era que debía tener cero agresividad; lo otro era que le guste aprender, porque hay perros que son apáticos; que le guste la interacción social. Felizmente, me dijeron que sí, que era apta. A ella le gusta la interacción con los niños.
-¿Y cómo lo llevas a la práctica?
Propuse este tipo de terapias a los papás.
-¿Algún padre se opuso?
No. Me dijeron: “Lo que usted diga, licenciada” (ríe). Será porque ya me conocen, tengo 15 años trabajando. Además, ya conocían a Nutela, porque, cuando venían, la veían y los niños querían seguir jugando con ella. Entonces, yo los invitaba a seguir jugando pero dentro del consultorio, incorporé a Nutela en algunas actividades. Estamos hablando de niños de tres años, que no querían hacer nada; les decías “repíteme la a”, y no lo hacían, cero motivados, con mucha ansiedad, con mucho miedo. Pero cuando Nutela entraba, ya no era terapia, era juego. Yo les decía “Nutela está en clases y tendrá un examen, a ver ayúdame”; entonces, ya no era la terapia para el niño, era para Nutela. Y también se utiliza algunos trucos, el que más me sirvió fue la tocadita del timbre: Nutela tiene un timbre y, cuando le hago una seña, ella lo toca. Le digo al niño: “Vas a repetir estas palabras y Nutela te dirá si lo has hecho bien o no. Si Nutela toca el timbre, significa que lo hiciste bien; si no, significa que no te ha escuchado”. El niño le decía a Nutela: “Pato”. Yo le hacía la seña y ella tocaba el timbre. Y el niño: “¡Lo hice bien!”. No se sentía juzgado. El humano juzga, el perro no. Entonces, ya no es una terapia, es un juego. Hay casos de niños que entran llorando al consultorio, y les digo que vamos a limpiar a Nutela, ella se echa y con pañitos húmedos la vamos limpiando y le digo: “¿Cómo se llama esto?”, y responden: “Patas”. Y así vamos trabajando el lenguaje, y el niño se calma.
-¿Qué te enseña Nutela?
Me ha enseñado a no dejar de jugar, a pasártela bien en todo momento. Es mi coterapeuta. Me divierto trabajando gracias a Nutela. Además, siempre quise trabajar con niños con habilidades especiales.
-Es casi una terapia trabajar con ella.
Es un animalito tan noble. Termina siendo como tu regulador emocional. Sabe cuándo estoy triste o cansada. Me ha enseñado a conocerme más y escucharme más.
AUTOFICHA:
- “Soy Evelyn Elizabeth Cáceres Nano. Tengo 37 años. Nací en Lima. Acabé el colegio y estudié para ser terapeuta. Actualmente, trabajo en la Clínica Delgado, tengo mi consultorio que se llama Coterapia Nutela y soy voluntaria de Misión Caritas Felices”.
- “Misión Caritas Felices es socia de Smile Train. Todos los pacientes con fisura labio palatina pueden acceder a la beca de terapia de lenguaje a través de Misión Caritas Felices. Y si alguien quiere hacerlo de manera particular, estoy en Facebook como Licenciada Evelyn Cáceres”.
- “En Instagram estoy como Coterapia Nutela. Yo tengo un sueño y por eso estoy estudiando la maestría en Gestión de Salud. Mi sueño es hacer la terapia asistida con animales dentro de las clínicas y los hospitales. Nutela para trabajar tiene el veterinario indicado, todos los baños, es muy limpia”.
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