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A tomar precauciones: El calor puede alterar la composición de los medicamentos
Las altas temperaturas y la humedad de los meses de verano pueden ser factores para el deterioro de tabletas, cremas, gotas o inyectables.
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Durante el verano, el calor puede acelerar el proceso de degradación de los medicamentos, afectando sus principios activos y, por ende, su efecto farmacológico. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) informó que, en Lima, las temperaturas podrían superar los 30°C, por lo que resulta de gran importancia seguir algunas pautas para la conservación de medicinas y otros tratamientos durante esta época.
“En verano las personas suelen padecer de alergias, infecciones, conjuntivitis y diversos problemas en la piel; por lo cual es necesario considerar una adecuada conservación de las medicinas para tratar estos cuadros que, debido a sus componentes oleosos, suelen ser de los más sensibles a la exposición del calor”, señala Gabriela Ramírez, química farmacéutica y supervisora de medicamentos de Sanitas.
La especialista recomienda estar atentos a cualquier cambio en la composición de los medicamentos y sus características físicas como: sabor, textura, olor y color. Además, indica que cualquier alteración en la estructura de los fármacos puede causar que estos dejen de tener el mismo efecto y, si bien en la mayoría de los casos su ingesta no genera efectos adversos, existen condiciones que requieren tratamientos crónicos como la hipertensión, diabetes, epilepsia, enfermedades respiratorias, en las que perder su eficacia puede poner en peligro la vida del paciente.
¿Cómo debemos almacenar los medicamentos?
La experta explica que lo más adecuado es identificar las áreas ventiladas en los hogares; zonas sobre las que no caiga directamente el sol o que no estén expuestas a humedad. Así mismo, brinda una serie de consejos para conservar en buen estado los tratamientos médicos:
Evitar los espacios cerrados: no dejar los medicamentos en lugares como el auto, la cocina o el baño, pues son zonas altamente expuestas a cambios abruptos de temperatura y donde se genera humedad.Refrigeración adecuada: algunos tratamientos (como la insulina) requieren de refrigeración; sin embargo, Ramírez indica que estos no deben almacenarse en la puerta, pues es la zona menos fría de la nevera. Por el contrario, se deben guardar en el interior.Revisar los medicamentos luego de su compra: las farmacias deben contar con un ambiente adecuado de acopio; sin embargo, la especialista recomienda revisar siempre que los empaques y las características de los productos sean las más adecuadas. Así mismo, estar atentos ante cualquier cambio o alteración durante su consumo.Leer las instrucciones en las cajas: algunos tratamientos pueden tener requerimientos específicos para su almacenamiento; por ello, es importante leer las indicaciones incluidas en los paquetes. Si tiene alguna duda debe consultar inmediatamente con el químico farmacéutico de la farmacia donde compró el producto.
En este sentido, Ramírez resalta que “es importante brindarles las herramientas necesarias a los pacientes para la conservación de sus tratamientos y así evitar cualquier complicación. Desde Sanitas, nuestro objetivo es promover el bienestar de la población a través de diversos planes de salud, centrados en la prevención, que se adecúan a las necesidades de cada persona”.
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