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Estudio demuestra los efectos nocivos de los filtros de Instagram en la salud mental
Las redes sociales generan una autopercepción en las personas, que son incitadas a encajar en el molde estético digital, llevando a realizarse ediciones estéticas.
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La estética digital se volvió un uso común ante los filtros de Instagram, pues mejora nuestro aspecto físico hacia los demás. Sin embargo, esto puede llegar a ser una obsesión, llegando afectar nuestra salud mental y provocando que la percepción de la realidad se desvanezca.
El último Proyecto Autoestima de Dove ha realizado un estudio, que incluye a ma´s de 500 espan~olas de entre 10 y 17 an~os, en el que se revela que el 23% de las encuestadas ‘no se ve lo suficiente bien’ si no edita sus fotografi´as.
Estas herramientas tecnológicas son las preferidas de las personas, ya que mejora las facciones, simulando un rostro más armonioso ante los demás. De hecho, el 69% de las nin~as asegura que intenta cambiar u ocultar al menos una parte de su cuerpo cuando se va a hacer una foto para sus redes sociales.
La cara, el cabello, la piel y los labios son las partes del cuerpo que las jo´venes editan ma´s.
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Al respecto, la psicóloga Paula Gómez García-Patrón, comenta que las personas han normalizado subir fotos con filtros o retocadas, asumiendo que son reales.
“¿Cuántas personas suben ‘selfies’ sin filtros actualmente? Pocas. (...) Tristemente, esta costumbre fomenta que busquemos asemejarnos a una falsa imagen de nosotras mismas y, por otro lado, alimenta el rechazo a nuestra propia imagen, porque mantenida en el tiempo va en contra de aceptarnos, con nuestras virtudes y defectos”, menciona la especialista Gómez García-Patrón, según informa Cosmopolitan.
“Ya no nos toleramos sin este plus artificial de belleza, y esto es muy peligroso, porque consigue frustrarnos con tan solo mirarnos al espejo y hasta puede llevar a que evitemos ponernos ante uno, por no querer reconocernos en lo que vemos”, agrega.
Por su parte, el estudio de Dove confirma que las chicas que distorsionan sus fotos son ma´s propensas a tener una baja estima corporal, en comparacio´n con las que no distorsionan sus fotos en absoluto. Tambie´n cabe destacar que, cuatro de cada diez chicas valida la foto escogida con sus amigos antes de publicarla.
Cabe mencionar que, el cambio empieza por nosotros mismos, los retoques no son del todo malos, pero también publicar imágenes sin retocar impulsa una representación de la belleza real, inclusiva y diversa. De esta forma, se proyecta y gana mayor confianza en uno.
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