PUBLICIDAD
Perú supera a Chile y Colombia en número de procedimientos de fertilidad asistida
Cada vez más mujeres peruanas acuden a la ciencia para alcanzar el sueño de la maternidad.
Imagen
Fecha Actualización
La maternidad en estos tiempos implica muchos desafíos. El impacto de la infertilidad ha hecho que muchas mujeres busquen a la ciencia como un aliado para conseguir un embarazo que no llega de manera natural. Gracias a la tecnología actual, una mujer de 40 años puede retar al reloj biológico y concebir sin ningún riesgo para ella y su bebé; y una joven con cáncer puede preservar su fertilidad por mucho tiempo con ayuda de la criopreservación.
En el Perú, son cada vez más las mujeres que acuden a la reproducción asistida para alcanzar el sueño de la maternidad. Eso explica porqué somos uno de los países de la región donde más se demandan tratamientos de este tipo.
Según la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (REDLARA), que registra datos de 13 centros especializados, anualmente se realizan más de 8.600 ciclos y procedimientos de fertilidad asistida. Ocupamos el cuarto lugar en la región, superando a países como Colombia (3.330), Chile (5.400) y Ecuador (1.358).
“La sociedad ha cambiado en los últimos años. En estos momentos, muy pocas mujeres con 25 años se plantean ser madres, ya que están en pleno desarrollo profesional. Quieren ser mamás después de los 35 o 40 años, cuando las chances de quedar embarazada de forma natural son menores. Gracias a la reproducción asistida, y en especial a tratamientos como la Fecundación in Vitro (FIV) muchas mujeres a partir de los 38 o 40 años pueden alcanzar el sueño de la maternidad sin ningún problema”, explica Javier Ascenzo Aparicio, ginecólogo y experto en fertilidad asistida.
Imagen
Esta creciente demanda responde a la gran preocupación que genera la infertilidad en las parejas, es decir la incapacidad de lograr un embarazo. Se estima que dos de cada diez parejas en el país tienen dificultades para concebir de forma natural, un problema que ha venido escalando a medida que las mujeres retrasan la edad para ser mamás.
La Fecundación in Vitro (FIV) es una de las técnicas más usadas en reproducción asistida. Se le considera de alta complejidad porque la unión del óvulo y el espermatozoide no ocurre en las Trompas de Falopio de una mujer, sino en un laboratorio especializado con equipos de última generación. “El embrión resultante es implantado dentro del útero de la futura mamá para conseguir el embarazo”, sostiene Javier Ascenzo.
Este tratamiento es efectivo para tratar muchas causas diferentes de infertilidad. Los candidatos perfectos son aquellas parejas que no han podido concebir de manera natural en al menos un año, además de mujeres que no han tenido éxito con otros tratamientos, incluida la inseminación intrauterina. La FIV también ofrece esperanzas en casos graves de endometriosis, Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) o infertilidad masculina (recuento bajo de espermatozoides o problemas en su calidad).
Imagen
AVANCES EN FERTILIDAD ASISTIDA
En los últimos años, la tecnología y el conocimiento sobre el desarrollo embrionario han avanzado a pasos agigantados. Hoy ya contamos con incubadoras y medios de cultivo que proporcionan condiciones lo más parecidas al útero para que los embriones puedan desarrollarse óptimamente. “Hace algunos años los laboratorios no podían mantener embriones en cultivo por cinco días, era imposible. Por eso se debían transferir a través de una FIV lo antes posible. Ahora, con las nuevas tecnologías podemos mantenerlos en cultivo hasta cinco o seis días, como si estuvieran dentro de la madre, lo que mejora las condiciones y el éxito de los tratamientos”, sostiene Javier Ascenzo.
La aparición del Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) con láser también ha marcado un antes y un después en los tratamientos de fertilidad asistida. Gracias a esta técnica, los médicos pueden analizar la composición genética de los embriones para detectar si tienen alguna alteración antes de su transferencia en una FIV.
Imagen
“El examen se realiza en embriones de cinco días, que tienen entre 100 a 200 células. Usando un láser de potencia fija se le extraen apenas tres células, sin causarle daños o efectos adversos. Se trata de una técnica precisa y exacta para diagnosticar los 23 cromosomas humanos. Con ello, sabemos si un embrión tendrá éxito de embarazar o no, si habrá un aborto o si va a terminar con una malformación genética. Gracias a eso, se ha aumentado la tasa de implantación de embriones sanos en una FIV”, sostiene la embrióloga Belén Gramaglia.
Otros de los avances tienen que ver con la manera cómo se consiguen los mejores óvulos. En los inicios de la Fecundación in Vitro (FIV) había muchos riesgos de producir hiperestimulación ovárica, una patología grave para la salud de la mujer. Hoy con los nuevos medicamentos la estimulación ovárica ya no representa un riesgo y es mucho más segura para la mujer. “La reproducción asistida moderna busca eso: que la pareja logre llegar con un bebé sano y que la madre no presente riesgos en su salud”, añade el también director de la Clínica Miraflores.
Alrededor de 1.800 niños nacen cada año en el Perú por tratamientos de fertilidad asistida de alta complejidad, una tendencia que sigue hacia arriba. “Esta alta demanda demuestra que las mujeres se preocupan cada vez más por su fertilidad y tienen mayor conocimiento de las técnicas. Las parejas que buscan hijos y no pueden concebir después de un año de intentarlo, deben acudir a un especialista. Y si la mujer tiene arriba de 35 años, lo mejor es ir de inmediato para poder darle un diagnóstico preciso y recomendar el mejor tratamiento”, finaliza Javier Ascenzo Aparicio.
Perú21 ePaper, ingresa aquí y pruébalo gratis.
VIDEO RECOMENDADO
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD