Una tesis de maestría presentada en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec. de Monterrey) ha generado un intenso debate en las redes sociales, debido a su inusual tema y las conclusiones a las que llegó el autor.
El trabajo, titulado "Sailor Moon me hizo gay. La subjetividad e identidad del hombre gay millennial mexicano desde el consumo de Sailor Moon", fue elaborado por Daniel Eugenio Salinas Lara y ha captado la atención de miles de usuarios en línea.
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La tesis, presentada en junio de 2024, explora cómo el popular anime ha influido en la formación de la identidad de hombres gais millennials mexicanos. Para llevar a cabo su investigación, Salinas Lara realizó un análisis cualitativo basado en las experiencias de diez fanáticas de la serie, todos residentes en Monterrey.
A través de entrevistas semiestructuradas, los participantes compartieron sus vivencias y cómo el consumo de este anime a lo largo de los años ha impactado su autopercepción y construcción de identidad.
Lo de la tesis de Sailor Moon del Tec no es broma. Ya la leí y se trata de un compilado de entrevistas a 10 personas... y eso se pagó con recursos públicos del @Conahcyt_Mex
El legado de Alvarez Bullya... pic.twitter.com/eOjMmWTQvF
— Jorge Garcia Orozco (@jorgegogdl) August 18, 2024
Reacciones
La reciente tesis titulada “Sailor Moon me hizo gay” ha desatado una ola de reacciones diversas y polarizadas en el ámbito académico y entre el público en general. El estudio, que se centra en la influencia de la icónica serie de anime en la identidad sexual de sus espectadores, ha sido objeto de críticas tanto por la validez de su análisis como por el uso de recursos públicos para su realización.
Uno de los principales puntos de controversia radica en la metodología del estudio. Los críticos han señalado que la investigación se basó en una muestra extremadamente reducida, utilizando solo diez entrevistas para sustentar sus conclusiones.
Según estos detractores, una muestra tan limitada no proporciona la amplitud ni la profundidad necesarias para justificar un grado de maestría en investigación. Este argumento ha llevado a cuestionar la rigurosidad del proceso de revisión académica que permitió la aprobación de la tesis.
Además, el financiamiento del estudio ha sido otro tema de debate. Algunos sectores han expresado su preocupación por el uso de recursos públicos para un trabajo que, en su opinión, carece de relevancia o solidez académica.
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