Dama de alto vuelo

Esta semana, de una manera u otra, Nadine Heredia no puede dejar de aparecer en las primeras planas.

Fecha Actualización

22/08/2019 - 04:30

Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Así tenemos que luego del exabrupto de Isaac Humala –que ante el destape de Alexis la agredió por frustración– vino el craso error de perder sentido de la proporción viajando a Brasil en el avión presidencial y acompañada de una comitiva oficial como si fuera jefa de Estado.

En realidad, Nadine Heredia es una primera dama inusual. Está totalmente dedicada a sus labores, prácticamente dirige los sectores sociales gubernamentales, participa activamente en la toma de decisiones, es una operadora política del Gobierno y es, sin duda, quien más influye en el mandatario. Todo lo cual nos parece adecuado, y esperamos que continúe aportando.

Sin embargo, debería tener cuidado y no caer en la frivolidad del poder. Más aún teniendo ambiciones políticas propias, debería ser consciente de lo atractivo que es para el peruano ver austeridad y humildad entre quienes los lideran. La popularidad que siempre mantuvo Fernando Belaunde es el ejemplo más claro.

Por otro lado, sería adecuado que recuerde el periodo de gobierno de su aliado cuando el uso excesivo del avión 'parrandero' se convirtió en un pesado lastre del cual nunca logró zafarse. Por ello, no fue del todo sorprendente que, pese a un buen desempeño económico, Toledo rara vez superara el 10% de aprobación durante su mandato ni que sufriera, el año pasado, el rechazo del electorado.

En todo caso, errores de este tipo son costosos para su marido, generando escándalos innecesarios. Por lo que está cancelando con una mano el esfuerzo que ha hecho con la otra para apuntalarlo.

Finalmente, este incidente vuelve a poner sobre el tapete el desorden que existe en Palacio sobre la utilización privada de los recursos del Estado. Si antes eran viajes a Punta Sal, hoy son la preparación de una eventual candidatura presidencial.

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