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Humala hace noticia
Que el Perú no es una satrapía y el INPE “tierra liberada” es la noticia que ha hecho esta semana el díscolo homicida simple Antauro Humala.
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Ricardo Vásquez Kunze,Desayuno con diamantesrvasquez@peru21.com
No, no es el Presidente sacándose fotitos en la tumba de Napoleón ni estrechándole la mano a su par francés Francois Hollande. Tampoco patinando al decir que el último presidente de Francia en visitar el Perú fue Charles de Gaulle, cuando todos sabemos que fue Mitterrand, en el primer gobierno de Alan García –hasta se sacó una foto con una llama en los jardines de Palacio de Gobierno. Alguien debería acordarse en Cancillería, ¿no creen?–. Menos aún enviando mensajes a la nación desde París sobre un tema que tuvo la gran sintonía de los cintillos de los canales de cable. No. Como decía, fue otro Humala el que le robó la noticia al Presidente. Y esta vez ventilando una sabrosa polémica sobre derecho, política y arbitrariedad que ha dominado la escena pública esta última semana.
El Poder Judicial ha determinado, declarando procedente un hábeas corpus, que Antauro Humala ha sido arbitrariamente trasladado a un penal que no le corresponde, vulnerándose así sus derechos fundamentales. Ordena, en consecuencia, que el reo sea trasladado de la Base Naval, donde purgan condena los sentenciados por delitos de terrorismo, traición a la patria, contra la administración pública, tráfico ilícito de drogas o contra la humanidad (ninguno cometido por Antauro Humala), al penal de donde fue ilegalmente sustraído, según el fallo. Esto ha causado una reacción inmediata del gobierno del Presidente Humala, primero a través del Presidente del INPE y, luego, por boca del Presidente del Consejo de Ministros, artífice del ahora ilegal traslado cuando ocupaba la cartera de Justicia.
"Estamos indignados con esta posibilidad –ha dicho José Luis Pérez Guadalupe–. El manejo de los penales lo tenemos nosotros y, también, los riesgos". Mientras, respaldando a su subordinado, el Premier espera "que Antauro Humala se quede en la Base Naval (porque) este tipo de medidas no ayuda a la reforma penitenciaria. Si la autoridad penitenciaria no puede determinar adónde van los presos, creo que estamos en una situación difícil". En buen romance, ambos personajes políticos creen estar por encima de la justicia que determina, según la Constitución y la ley, el Poder Judicial.
Lo cierto es que la única razón por la que Antauro Humala está hoy donde está es por una cuestión política. Poner en ridículo a su hermano en cuanta ocasión clandestina se le presentaba a instancias de una prensa que, solícita, publicitaba como primicia sus inconductas y pachotadas verbales contra el Presidente y su esposa es lo que llevó a Antauro Humala de Piedras Gordas a Virgen de la Merced, y de ahí directamente a las mazmorras de la Base Naval. Pero está de más decir que las razones políticas no son razones jurídicas y que, en un Estado de derecho, la política debe someterse a la ley.
Claro que el manejo de los penales lo tiene el INPE, pero dentro de la ley. Por supuesto que la autoridad penitenciaria puede determinar adónde van los presos, pero dentro de la ley. Ni qué se diga que Antauro Humala es un reo problema y que debe ser sometido a la más férrea disciplina penitenciaria, pero dentro de la ley. Y quién está o no dentro de la ley lo determinan los jueces y nadie más. Ni la prensa, ni el Gobierno, ni el Congreso, ni la "opinión pública" están por encima de ellos cuando se trata de administrar justicia.
Que el Perú no es una satrapía y el INPE "tierra liberada" es la noticia que ha hecho esta semana el díscolo homicida simple Antauro Humala.
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