Evidenciando que alguien le había soplado bien la pregunta pero mal la respuesta, la Balbi llegó en un momento a preguntar: Se sabe que Millones admitiría que ha coimeado… ¡Eso es un delito! ¿Cuál es la pena para un policía que coimea, doctor Daniel Maurate? Ocho, diez años. ¡O sea que se la juega! ¡Porque los funcionarios que cometen corrupción tienen el doble de la pena! -Pero si él se arrepiente… (¡Ríndete, Millones! ¡Ríndete y cierra la boca!) …es posible que tenga una pena suspendida. Si él se arrepiente… En un momento cumbre de esta genuina joya del periodismo hablado, Balbi llega al extremo de decir, muy al desgaire, casi como por casualidad, que el suboficial Millones ha ido a El valor de la verdad porque "está aprovechando de tener una CTS mayor". Y es allí donde, quizás sin darse cuenta, Mariellita darling se desbarranca aparatosamente por un acantilado y va a parar con sus huesos hasta esas abisales profundidades donde la filosofía Alberto Kouri vive y reina y se enseñorea: Todos estamos por nuestro billete. Nadie es honesto. Todos tenemos un precio. Todos somos cobardes. Todos somos pusilánimes. Nadie es generoso. Nadie es patriota. Nadie es bueno. Ese es, pues, el perfecto pensamiento mafia: la soñada corruptosofía, la corruptocracia que nos iguala a todos en el fondo de la bacinica donde, por fin, todos podemos volvernos la misma mierda. No, señores. No, señoras. No, jóvenes y niños. No. Mil veces no. De ninguna manera. Lo que vimos anoche ha sido glorioso, épico. La más hermosa e impagable lección de grandeza nunca antes vista. Cuando Millones dijo que daría su vida por el Perú y esa respuesta fue verdad, nos brotó a todos una escarapela en el corazón y fueron unánimes las lágrimas de la esperanza. Adelante entonces, apóstoles de la impunidad, socios de la muerte, grandes oficiales de las tinieblas. No les tenemos miedo. Adelante: atrévanse a tomar represalias contra Millones. Cánsense de amenazar. Cánsense buscándolo por aire, mar y tierra. Métanse con él y se meterán con todos nosotros. Todos nosotros somos Millones.