"No reconocer que soy feliz es una de mis tantas taras"

“Dicen que soy maternal, pero decidí no ser mamá porque sentí que iba a perder mi libertad”, dice Sandra Bernasconi, protagonista de Cenando entre amigos.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

22/08/2019 - 04:17

Sandra Bernasconi,ActrizAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com

El Teatro de Lucía (Bellavista 512, Miraflores) es un nuevo espacio para las artes escénicas peruanas. Sus gestores son los miembros de la familia Bernasconi-Irurita: Carlos, Lucía y sus hijas Cécica y Sandra. Allí se acaba de estrenar Cenando entre amigos, obra dirigida por Roberto Ángeles, y protagonizada por César Ritter, Fabrizio Aguilar, Vanessa Vizcarra y Sandra Bernasconi. Con ustedes, Sandra: arriba el telón.

¿Siempre quisiste ser actriz?Siempre. Es más, a los 11 años ya hacía teatro. Cuando salí del colegio quise estudiar en el Teatro de la Universidad Católica (TUC), pero estaba cerrado. Entonces, me fui a México a estudiar Literatura Dramática y Teatro en la UNAM. Al poco tiempo entré en una crisis terrible, pues no sabía si eso era lo que quería o lo había elegido por inercia. Cogí mi mochila y me fui a encontrarme conmigo misma. No me encontré, regresé a Lima y decidí estudiar Escultura. Allí me di cuenta de que estaba haciendo lo que mi padre hacía. Entré otra vez en crisis, me fui dos años a Europa –donde incluso limpié pisos– hasta que la incertidumbre de no saber dónde iba a despertar, qué iba a comer, qué iba a hacer, me cansó. Regresé y volví al teatro.

¿Dónde te sentiste más libre: vagabundeando por Europa o haciendo teatro en Lima?Soy libre en el escenario, sobre todo cuando las luces impiden que vea quién está en la sala. No me gusta saber quién está en la platea. ¿Pánico escénico? Lo he tenido, sí.

Escribes, ¿no?Sí. Esa es mi pasión, mi verdadera vocación… pero no tengo tiempo para leer y, menos, para a escribir. Estoy pateando esta vocación pues hay lugares a los que tengo que llegar antes para estar tranquila y poder escribir, sobre todo teatro.

Entonces, tu verdadera pasión es el teatro…Mi pasión es entender y desentrañar las relaciones interpersonales. Quiero entender la conducta humana… y eso lo logro escribiendo, observando. No quiero morirme sin haberlo entendido.

Estás llena de conflictos…Uf, cuántos tendré (ríe).

¿Has sido feliz?¿Qué es la felicidad? (ríe).

¿Has vivido momentos de felicidad?Si la felicidad es sentirse pleno y tener la satisfacción de un trabajo bien hecho, sí. Si la felicidad es ayudar un amigo y dejar que los otros te ayuden, sí. Que me cueste reconocer que soy feliz es una de mis tantas taras. Por ejemplo, es delicioso estar enamorada… pero hoy me siento muy lejana de eso.

¿Estás contenta con lo que has hecho en tu vida?(Piensa). Sí. A veces me gustaría tener más tiempo para hacer otras cosas, pero ya llegarán. Me gusta viajar y conocer otras formas de vida, otras formas de pensar. Cada vez que puedo huyo de Lima. ¿Sabes dónde me siento tranquila? En las galerías y en los museos, sobre todo en aquellos donde se muestre arte del impresionismo en adelante. Por ejemplo, en España prefiero el Reina Sofía al Museo del Prado. Espacios así alimentan mi espíritu… y quizás mi ego. Tampoco soy muy sociable.

¿Lima te gusta?Se ha vuelto una ciudad difícil, muy densa, muy cargada. Se han construido muchos edificios, pero no tiene fisonomía; el tráfico es espantoso y la mayoría de la gente prioriza el dinero y el consumo, pero no una buena vida de verdad.

¿Te gustan los limeños?Algunos me encantan (ríe).

¿Has vivido intensamente la noche limeña?Sí, pero me gustaría haberla vivido más (risas).

Imagino que el Teatro de Lucía se ha creado para que los limeños tengan más contacto con el arte, con su sensibilidad.Sí, este es un espacio pequeño, familiar, donde hacemos obras que nos ayuden a esclarecer la esencia del ser humano y que, además, entretengan, pues el teatro es el arte de las relaciones humanas. Mi madre deseaba tener una sala, y la construimos con mucha emoción.

Has hecho telenovelas…Sí, me gusta la televisión. Algunas telenovelas las disfruté a morir, sobre todo las últimas. Igual, es una pena que el 'miedo' por el rating se imponga. Me encantaría proponer algunas cosas, pero no sé si tendrán acogida. Por ejemplo, escribiría historias urbanas: las hay tantas y tan increíbles que hasta parecen de ficción.

Y ahora protagonizas Cenando entre amigos…La obra habla sobre las rupturas y las separaciones de las parejas, y de cuánto tiene uno que sacrificarse por ser parte de un sistema. Además, explora de manera profunda –y cotidiana y sensible– las relaciones amicales y matrimoniales. En Cenando… se hacen varias preguntas que muchos no quieren plantearse, al menos no en voz alta.

¿Quién es mejor actriz: tu madre, tu hermana o tú?Ellas. ¿Más guapa? Cécica (risas). ¿Desinhibida? Cécica (ríe).

AUTOFICHA

- Nací en Lima, pero ya no digo mi edad: se nota de qué década soy (risas). No puedo decir que hoy conozco Lima porque solo me muevo entre dos o tres lugares.

- Hice cuatro montajes seguidos con Osvaldo Cattone. Hoy puedo decir que somos amigos. Le tengo mucho cariño, y respeto su entrega al teatro.

- En el Teatro de Lucía estamos haciendo lo que nos gusta: desde teatro contemporáneo a Shakespeare, que lo tiene todo. La siguiente obra será de Tennessee Williams.

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